martes, 3 de abril de 2012

CASO PUNTA INDIO


CASO PUNTA INDIO
LUGAR: Punta Indio, Recreo El Descanso, BS. AS. , ARGENTINA.
FECHA: Febrero de 1990
TESTIGOS: Emilio Cabot, Marcelo, Graciela y Nancy. No sabemos los apellidos de estos últimos.
La investigación
Avanzada la madrugada en nuestra habitual reunión quincenal, indagando acerca de nuestras propias experiencias con lo desconocido, decidimos registrar en nuestro grabador el relato de Emilio, quien como muchos otros ufólogos, también fue testigo.
Trascripción de la entrevista
Entrevista realizada por los investigadores Mariela Verónica De Tomaso, Miguel Ángel Gómez Pombo y Claudio Miszka, integrantes del Proyecto CATENT:

¿En qué fecha fue?
Febrero del 90. En Punta Indio, la zona del recreo El Descanso. Yo pertenecía a un instituto donde estudiaba Parapsicología y el profesor era también guía de grupos metafísicos y nos había dicho que comenzáramos a practicar meditación y que el...esto fue en el 89 y que el año próximo íbamos a reunirnos con otros grupos y así fue. Tomábamos nuestra primera experiencia en diciembre del 89 en Monte Grande y ahí se fijó la fecha de febrero del 90, un grupo grande de San Miguel que según el tenía mucha experiencia en metafísica y después fue todo lo contrario.
Llegamos a la mañana, éramos 6 personas que fuimos en automóvil, después todo el grupo venía en un micro y se perdieron y llegaron a las 18 horas más o menos. Acampamos ahí, nosotros agarramos el mejor lugar, llegamos primero...supuestamente un tal Roberto Mota llevaba a Zulma Faiad ahí, a ese lugar y a un montón más de contactados...bueno, nos reunimos, llegó el micro y éramos unas 40 o 50 personas, se hizo una reunión de presentación y a las 12 de la noche meditamos. También se decía que después de la meditación íbamos a ver la supuesta ciudad sumergida en el Río de la Plata, una cúpula de luz que salía después de las doce de la noche. Meditamos y cuando meditábamos escuchamos atrás de nosotros, estábamos sentados en círculo, un círculo grande, aproximadamente a unos 30 metros del río y sentíamos pasos, como que alguien estaba pisando atrás de nosotros. Nos habían aclarado que eran gnomos, que la zona estaba llena de gnomos. Después que salimos de la meditación y después de que pudimos ver esa cúpula de luz sobre el río, serían la una de la mañana, esa ciudad sumergida en el Río de la Plata, una ciudad etérica, nos sentamos cuatro personas, dos chicas y otro chico de Temperley, Marcelo, Graciela y creo que Nancy, de Lanús. Nos sentamos a charlar de la experiencia vivida y Marcelo dice: “Mirá esos cuatro ojitos que se ven ahí”. Habíamos visto en la zona animales sueltos, vacas, perros... pensamos que eran perros y levantamos la linterna y alumbramos... y aparecieron dos gnomos, viejitos, aspecto como vestidos a la usanza holandesa y nos sorprendimos. Nos pusimos de pie, y cuando nos pusimos de pie ellos corrieron atrás de un matorral que había y es como que se tiraron de cabeza, nos dio esa impresión, como si se hubiesen tirado atrás del matorral de cabeza. Fuimos a ver y no había absolutamente nada y eran aproximadamente unos seres de 80 o 90 centímetros (de altura).
¿El color de la vestimenta?
Es tipo holandesa, antigua.
¿El color?
No recuerdo bien, eran dos viejitos.
¿Tenían botas?
Tenían un pantalón gris con un cinto con hebilla muy grande. Eso me llamó mucho la atención, el cinturón ancho, grande.
¿Y en la cabeza... veías sombrero, pelo...?
Tenían como un sombrero como una copa, esos sombreros en copa.
¿Tenían barba?
No, no tenían. Tenían la cara arrugada. Pero era... verlos fue algo... todavía recuerdo... me dio como una tranquilidad verlo, me asombré pero me trajo mucha tranquilidad ver esa entidad.
¿No tuvieron miedo?
No, para nada, del momento que fuimos, corrimos hasta los arbustos.
¿Cómo se desplazaban, corrían, caminaban...?
Corrieron. En el momento que nosotros los alumbramos y hasta la luz, había diez metros, ellos corrieron, pero nos dio la impresión que se tiraron de cabeza, a lo mejor desaparecieron en ese instante, nos dio esa impresión a nosotros.
¿Y cuando iluminaron con la linterna, los ven los cuatro?
Si, justamente teníamos tres linternas y yo tenía una linterna grande, alumbramos justo, viste.
¿Qué comentaban después entre ustedes?
Y comentamos el hecho de que verlos fue bastante sorprendente y después me enteré que otro muchacho de San Miguel, al día siguiente, él tomó una foto panorámica del grupo y arriba de un árbol aparecía un gnomo que me comentaron era una mujer también vestida tipo holandesa sentada en una rama mirándonos a todos.
¿La foto la viste?
No, el muchacho no quiso mostrarla.
¿Los ojos cómo eran?
Normales como los de un ser humano, lo llamativo era que resaltaban en la oscuridad.
¿Y cuando corrieron... sintieron el ruido de las pisadas?
No.
¿Ningún sonido?
No. Los vi como que corrían pero no te puedo asegurar.
¿La velocidad era normal?
Sí.
¿En la experiencia anterior, qué vieron?
Una cúpula de luz muy grande que dentro parecían siluetas de edificios y había un punto de luz que iba de una punta de la cúpula al otro, continuamente. Y la cúpula se iba desplazando hacia la derecha, como hacia el sur. Lo vimos más de una hora.
¿Qué distancia estaba?
Veinte o treinta kilómetros río adentro.
¿Relacionaste los seres con la cúpula?
Aparecieron al mismo tiempo los dos.
¿Cómo era la meditación?
La meditación... se juntó la gente sentados en forma circular y con un guía que pide protección y bueno, el tema es poner la mente en blanco y buscar tu yo interno.
¿Era libre o guiada?
Libre. Y al terminar la meditación cada uno contó su experiencia y en ese momento alguien miró hacia el río, vio la cúpula y pegó el grito.
¿Te pareció que pudo haber alguna sugestión de parte del guía?
Las sugestiones vinieron después en otras reuniones. Está un poco premeditado todo. Mi experiencia y la conclusión que saqué un poco yo de todo esto, es que es un manejo mental que te hacen. Llegué a este grupo por el curso de parapsicología que estaba haciendo.
¿Pensás que la visión de estos gnomos puede tener que ver con el manejo mental?
No, no, no. El manejo es en cuanto al tipo secta, hablándote del desapego. Yo me metí para saber lo que era hacer control mental y meditación, y saber qué era un grupo metafísico y la experiencia fue bastante positiva porque me dí cuenta hasta qué punto te pueden manejar y hasta qué punto te pueden hacer creer que estás viendo algo. El grupo se disolvió en el ’92 o ’93 porque éramos tres o cuatro que hilábamos fino.
¿La visión de la ciudad te pareció... qué podría ser?
Sí porque la vieron varios grupos no solamente ese. Muchas personas la vieron.
¿No se ven de ahí las costas uruguayas?
No, para nada. Las tres veces que fui yo en dos oportunidades vi la cúpula y no vi luces en la costa uruguaya.
¿Cómo estaba esa noche el clima?
Era una noche bárbara, tranquila, era febrero, estrellado.
En el día habían estado ahí, habían cenado... ¿hicieron alguna preparación especial?
No, no. Lo único que no estábamos de acuerdo pero nosotros comíamos carne, tomábamos cerveza. Ellos nos pedían que no comiéramos carne 24 hs. antes y que no tomáramos bebidas alcohólicas y yo nunca les hice caso y tuve igual experiencias.
¿Miedo de volver a la zona?
No, ninguno. Quiero volver.
¿Los otros tres testigos tuvieron miedo?
No, para nada.
¿Era uno o dos seres?
Dos seres.
¿Eran machitos? (risas)
Sí, si.
¿Nunca volviste al lugar?
Tres veces.
¿Viste otra cosa?
No, la segunda vez con tormenta vimos la cúpula otra vez y la tercera no pasó nada.
¿Por qué no tuvieron miedo?
Te hablo de mí, no sé lo que es tener miedo, hace treinta años que estoy en esto y cuando me dicen pasa algo raro, me tiro de cabeza, me han tenido que frenar.
Fin de la entrevista.

Comentarios.
Nuevamente un relato absolutamente fiable sobre una experiencia carente de sentido y absolutamente increíble para el común de la gente. Unos seres que no existen, ni pueden existir, sin embargo se manifiestan en el medio de la noche. Son vistos por cuatro personas que si bien estaban en un contexto de cierta sugestión mística, lo cierto es que en otros casos fueron testigos personas que iban a su trabajo y pensaban en cuestiones cotidianas. Así como se manifestaron de improviso, desaparecieron de la misma manera, en una forma absurda, arrojándose tras unos pequeños arbustos que fueron rápidamente examinados por los testigos sin encontrar rastro alguno.
Hace unos meses concurrimos a ese mismo lugar con Emilio e hicimos una vigilia nocturna en el lugar exacto, un desolado paraje ribereño de las afueras de Magdalena, que ni siquiera tiene acceso por una ruta pavimentada ya que la única que existe es de ripio y en bastante mal estado. No vimos nada extraño, pese a estar bastante sugestionados por el relato y la teatralización de los hechos por parte de nuestro colega. No vimos ni los gnomos ni la cúpula en medio del Río de la Plata, pero nos quedó claro que en ese lugar, realmente puede aparecer cualquier cosa sin que nadie se entere jamás.

lunes, 2 de abril de 2012

Caso Coghlan (Buenos Aires) - Investigación Proyecto Catent

CASO COGHLAN
LUGAR: Capital Federal, Barrio Coghlan, ARGENTINA.
FECHA: 3 de abril de 1984 y en por lo menos 3 oportunidades más dentro del término de 12 o 15 días.
TESTIGOS: Carlos Mancuso, Gustavo Mancuso, Andrés Pulido y otros.
Relato inicial:
En el primer encuentro los hermanos Mancuso caminaban de madrugada por el andén de la estación de ferrocarril Coghlan cuando vieron una luz que avanzaba por las vías. Esta luz de pronto se desvíó hacia una parque lindante. De la luz surgieron varios seres pequeños, de color verde. Los testigos los describieron así en Cuarta Dimensión (N° 128): “Corrían por todos lados, eran tan rápidos que no podía individualizarlos para poderlos contar. Cambiaban de sitio, subían a los árboles, entraban al playón de cemento y parecía no importarles o desconocer nuestra presencia”.
Los testigos buscaron al Sr. Andrés Pulido para que alguien más corroborara su experiencia. En Cuarta Dimensión (N° 128), Pulido dijo: “Al principio lo tomé como una broma y seguí haciendo mis tareas, pero me llamó la atención su gran excitación. Algo en ellos decía que era cosa seria y los seguí y al llegar a la punta del andén el sorprendido fui yo. Allí estaban esos hombrecillos como ellos dijeron. No se bien cuantos eran porque se mezclaban y desplazaban constantemente. De todas maneras seguro eran más de cinco, algunos color verde, otros naranja”.
La investigación
El martes 19 de febrero de 2002 nos reunimos Emilio Cabot, Miguel Angel Gómez y Mariela De Tomaso para dirigirnos al lugar de los hechos. Recorrimos la estación y la Avenida Monroe en busca del restaurante propiedad en aquel entonces del Sr. Andrés Pulido, pero no pudimos encontrarlo. Luego dirigimos la búsqueda hacia los otros dos testigos, los hermanos Mancuso, dueños por ese entonces de un negocio de artículos de limpieza. Preguntamos en la zona sobre todo en negocios y personas de más edad que podrían tener recuerdos de aquellos años, y dimos así con un local, actualmente locutorio, que es propiedad de los hermanos aunque sus inquilinos no quisieron facilitarnos información para encontrarlos. Dejamos allí una nota con nuestros datos para que fueran ellos quienes pudieran ubicarnos. Esta nota nunca fue respondida.
Seguidamente y de regreso a la estación, Miguel interrogó a una señora (Mónica) que vive junto al ferrocarril en terrenos de la estación, que nos contó que en aquellos años era empleada en la boletería y recordaba bien el episodio aunque ella no fue testigo.
Mónica se mostró muy amable con nosotros y se ofreció a contactarnos con la viuda de otro supuesto testigo. Nunca recibimos ese dato, del cual estamos a la espera.
También nos dijo que el hecho fue muy comentado y difundido hasta por televisión. Que decían haber visto unos enanitos verdes comiendo basura al final de la rampa del andén saliendo hacia la avenida Monroe.
La casualidad quiso que su hermano haya trabajado en el restaurante del Sr. Andrés Pulido y ella recordaba que el dueño estaba haciéndose una casa en Saavedra. La recorrida que en un principio nos pareció un tanto infructuosa resultó importante para acercarnos así un poco más a la realidad de los hechos.
Una consulta a la guía telefónica nos proporcionó al instante el número de este testigo. Así fue que nos comunicamos con él, quién nos manifestó que no quería hablar de este tema, que tal vez lo haría cuando volviera de un viaje que emprendería con destino a España.
Pasados unos meses lo volvimos a llamar, ya vuelto de su viaje, negándose nuevamente a una entrevista.
Finalmente, en un nuevo intento realizado el sábado 1° de marzo de 2003, logramos obtener un breve testimonio telefónico, negándonos una entrevista personal.
Trascripción de la entrevista
Entrevista telefónica al Sr. Andrés Pulido realizada por el investigador Dr. Miguel Ángel Gómez Pombo, integrante del Proyecto CATENT:
A.P.: Hola
P.C.: Sí, buen día, ¿el Sr. Andrés Pulido?
A.P.: Sí
P.C.: Que tal, buen día, yo hablé con usted un par de veces por el tema de Coglhan, no sé si se acuerda que habíamos charlado, usted me decía que no tenía ganas de hablar del tema...
A.P.: Sí, tampoco sigo, sigo con la misma tónica sr...
P.C.: Le pido un favor, le puedo hacer algunas preguntitas breves así por teléfono, una o dos preguntitas y...
A.P.: Como no, como no...
P.C.: Esencialmente lo que quiero saber es si lo que se relata en la revista Cuarta Dimensión, lo que salió publicado ocurrió realmente así o si los periodistas lo modificaron...
A.P.: No, no, no, mire, hay una cosa que le voy a dar, que no aparece ahí y que le va a dar la dimensión del hecho, este...Creo que un mes y unos días antes muere en el Hospital Pirovano un Sr. de sesenta y pico de años, creo que tenía 63 años, no recuerdo bien, que fue encontrado en la vía del ferrocarril, no electrocutado, tampoco hubo un diagnóstico de su muerte y según lo que dijeron ahí, un tipo que dormía ahí en las vías, cerca de las vías dice que hubo un resplandor muy grande y este hombre apareció tirado ahí sobre el pasto al costado de la vía...
P.C.: No me diga!, yo no tenía conocimiento de esto...
A.P.: Claro, claro, me entiende, a este hombre se lo llevaron al Pirovano y en el Pirovano muere sin diagnóstico, me entiende?, que fue poco después donde en el mismo resplandor, poco después aparecían esas cosas, estas cosas que se les llamó enanitos verdes, me entiende?, que aparecieron ahí en la Estación Coglhan.
P.C.:¿Y usted cómo se enteró de esta persona que falleció?
A.P.: No, no, porque me lo contó a mi esa persona que estaba durmiendo ahí en la vía pública, no era un borracho porque si era un borracho no le daba atención, era un hombre que no tenía donde dormir pero evidentemente tenía la facultades mentales normales.
P.C.:¿Eso lo preocupó a usted?
A.P.: Eso...con todo esto que apareció después me dio una especie de alerta, me entiende...
P.C.: ¿Cómo eran estos...?
A.P.: No tenían una dimensión fija, no tenían un límite delineado, eran...yo tampoco lo puedo llamar...como una persona dijo a lo mejor pueden ser motivos gaseosos que con la luz irradiaban, puede ser, a mi no me daba la impresión de ser eso no...
P.C.: O sea usted vio esa esfera luminosa y después...
A.P.: No, no, no, esfera yo no vi ninguna esfera, una luminosidad, me entiende?, esfera no
P.C.: Una luminosidad, ajá... Exacto. Y alrededor de la luminosidad se veían estos seres?
A.P.: No, no, esa luminosidad y después se veían como separada de ella otras luminosidades que tenían un tono verdoso me entiende? pero eso de que comían basura, eso no, eso no es verdad, eso no se vio.
P.C.: Mire usted, porque se dicen tantas cosas...
A.P.: que estaban ahí alrededor de las vías, que dicen que sacaban la energía del tercer riel, del otro, eso no lo sé
P.C.:¿Y qué formas tenían esas luminosidades más pequeñas?
A.P.: No tenían una forma, tenían una formas chicas, enanas pero yo no podría darle un límite, una dimensión, un bosquejo exacto.
P.C.: Digamos, no eran como pequeños seres humanos...
A.P.: No, no, no, no, que parecían sí, imaginese que cuando una ve una figura o un manchón puede entender de que es tal cosa...
P.C.: Pero piernas, brazos...
A.P.: No, no, no...
P.C.: Y eso estaba...
A.P.: Ahí, en la Est. Coglhan, en los jardines, donde yo tenía la parrilla, bueno ahí a un costado estaban
P.C.:¿Y estaban en el suelo?
A.P.: Si, si, estaban todos por la superficie terrestre, no volaban ni mucho menos...
P.C.: Algunos decían que subían y bajaban de los árboles...
A.P.: No, no, no, que se movían sí, con una gran velocidad...
P.C.: O sea que podían ser luminosidades y no gnomos o personas, porque se habló...
A.P.: Y podían entenderse que serían...yo que se vamos a llamar seres...o no sé que denominación darle...
P.C.:¿Y a usted cómo lo afectó esto?
A.P.: No, eso fue un objeto de atención que en su momento me acaparó a mi la mente pero eso no significa...yo después nunca más lo volví a ver...bueno tampoco nunca más estuve en la zona.
P.C.: Y usted que me dice que le acaparó la mente...usted estuvo con alguna obsesión con el tema...
A.P.: No, no, no, obsesión no, es decir...
P.C.:¿Miedo?
A.P.: Claro, cuando a usted le pasa una cosa rara, cuando usted tiene una sensación o tiene una prevención, me entiende, sobre todo mental que cualquier de esas cosas anormales que no es de la vida cotidiana le llama la atención...
P.C.: Claro, y ahora usted cómo está, ya lo olvidó el tema?
A.P.: Sí, yo ya lo olvidé, yo quiero mantener un perfil bajo... Yo todo esto se lo expliqué a Zerpa...
P.C.: Pero en la Revista dice otra cosa, no está así...
A.P.: Pero en la Revista el periodista a lo mejor tomó de lo que decía gente que no vio...conmigo lo vieron bastantes...unas cuantas personas lo vieron.
P.C.:¿Qué color era todo esto?
A.P.: No tenía un color, se podría decir una tonalidad verdosa, por eso les llamaron enanitos verdes, como eran chicos o bajos, me entiende? Después de esto se copió ahí un conjunto de música que tomó el nombre de “Los Enanitos Verdes”.
P.C.:¿Y los otros testigos? ¿Había dos testigos más creo, no?
A.P.: No sé donde...había más pero no sé ni donde están.
P.C.: No conoce los nombres...
A.P.: No, no, no. Hay gente que trabajaba para mi pero yo que se dónde andan.
P.C.: Y el nombre? Porque por ahí yo los puedo ubicar...
A.P.: No, ni me acuerdo. En la Revista creo que hay unos cuantos nombres.
P.C.: Sí, ahí figuran unos hermanos Mancuso.
A.P.: Creo que ese tenía un kiosco en la calle Ugarte.
P.C.: Claro, pero no los pudimos ubicar...
A.P.: Y tanto tiempo...A Mancuso lo conocía el folklorista que vivía en la calle Ugarte y tenía un Mercedes...¿cómo se llama? Uno que le canta al vino...
P.C.:¿Horacio Guaraní?
A.P.: Sí, el lo conoce a Mancuso.
P.C.: Bueno, vamos a tratar de rastrearlo por ahí.
A.P.: Que tenga suerte señor.
P.C.: Le agradezco muchísimo y disculpe la molestia pero se imagina que realmente estamos investigando este tema y nos interesaba muchísimo poder escucharlo a usted.
A.P.: Usted vaya si quiere, no se si puede encontrar a los médicos de guardia del Hospital Pirovano de esa época, me entiende? Que ahí murió un viejo de sesenta y pico de años sin diagnóstico y se le hizo una autopsia y no tenía signos visibles de la muerte de él.
P.C.: Y usted a qué le atribuye, digamos lo que le pasó a usted, ver esto...
A.P.: No, a mi no me pasó nada, yo he visto...
P.C.: Pero que le pareció que pudo haber sido, cuál es su opinión, no?
A.P.: No, me llamó la atención porque el viejo este también lo tenía que haber visto, me entiende?
P.C.: Claro...
A.P.: Si muere sin diagnóstico ¿porqué, a qué se debió? Estuvo en el medio de eso...
P.C.: Esperemos que no tenga nada que ver, bueno, nosotros de cualquier manera si llegamos a saber algo le mandamos por correo un informe para que usted lo tenga.
A.P.: Fijese como habrá sido la psicosis que un día me llama un mozo y me dice señor, ahí atrás en la calesita hay un tipo tirado en el piso cuerpo a tierra con una escopeta, un perro y un chico, me voy para allá y efectivamente...
P.C.: Estaban esperando...
A.P.: Sí, que aparecieran estos seres, y con una escopeta y un chico que tendría 5 o 6 años! Le digo señor usted se da cuenta lo que le está haciendo en la mente a este chico! Y porqué la escopeta, si son seres como usted dice extraterrestres, usted no sabe si son agresivos o no.
P.C.: No sabemos nada, sabemos tan poco...
A.P.: Exacto pero fíjese usted la mente de las personas, como se cultivó todo ese fantasma...
P.C.: Hay mucha locura no?
A.P.: Si, si, si.
P.C.: Una preguntita más, cuando usted ve esto, ¿usted se va del lugar o esto desaparece? ¿Cómo termina el avistamiento?
A.P.: Un día no lo vi más. Es decir, vamos a empezar de vuelta, perdón, un día traté de ir a buscar una máquina de filmar que yo tenía, es decir una video-cámara para grabarlos, evidentemente cuando me la trajeron ya no estaba más todo esto. Y otra vez fui a llamar a otra persona para que viniera con una máquina fotográfica aunque sea para fotografiarlo, ahora yo sé que de uno de los departamentos, creo que hubo un hombre que los fotografió. De un departamento de esos que dan ahí a la estación Coglhan, creo que uno lo fotografió.
P.C.: Esto pasó una vez sola...
A.P.: No, no, que aparecieron éstas figuras?
P.C.: Si
A.P.: No, no, fueron creo que cuatro veces.
P.C.: ¿Cuatro veces?
A.P.: Si, dos de ellas las he visto yo, las otras dos no.
P.C.: ¿Usted las vio dos veces en días diferentes?
A.P.: Días diferentes, si señor.
P.C.: Mire...esto no lo teníamos.
A.P.: Si, si aparecieron cuatro veces.
P.C.: Me está dando la noticia...
A.P.: Dos de ellas los vi yo, me llamaron fui y los vi.
P.C.: Y cuánto tiempo duraba?
A.P.: Y mire cuando fui a buscar la cámara, la primera vez habrá sido menos de diez minutos que lo vi y me fui enseguida a llamar para que me trajeran la cámara a mi hijo. Y la segunda vez, cuando llamé al otro para que trajera la máquina póngale otro tanto, no miré la hora pero más o menos aproximado.
P.C.:¿Y a qué distancia lo tenía al fenómeno?
A.P.: Y a una distancia de 70 u 80 metros.
P.C.:¿Ruidos y eso escuchó algo?
A.P.: No, nada, nada, ni un ruido, nada.
P.C.:¿Y las apariciones fueron en días seguidos?
A.P.: No, no, no. Todo esto habrá ocupado un espacio de más o menos póngale doce días o catorce días, no me acuerdo exactamente las fechas.
P.C.: Que bárbaro! ¿Salió en algún diario?
A.P.: Si, se llenó de periodistas, hubo muchos, los nombres no los conozco.
P.C.: Bueno, le agradezco muchísimo nuevamente y cualquier novedad le mando un informe por carta y no lo molesto por teléfono.
A.P.: Muy bien, mucha suerte.
P.C.: Gracias, le agradezco muchísimo.
A.P.: No hay porque, hasta luego.
Fin de la entrevista.

ADENDA
En su libro Vida + OVNIS + Duendes es igual a: Universo Mágico, pagina 16, subtitulo El Viejo y los Duendecillos del Agua, Cándido Víctor del Prado, relata: “...En una ocasión me dijo: - Están ahí y juegan con el agua. - ¿A quién se refiere?
Me miró profundamente y supe que iba a referirme algo especial. Hurgó en sus bolsillos y de un atado bastante arrugado me ofreció un cigarrillo. Era el ritual con que siempre comenzaba a narrar algo interesante. Hizo una larga pausa que yo debía respetar. Para mí no significaba esfuerzo, pues me sentía a gusto... ....cuando lo creyó oportuno contestó: - son pequeños, muy pequeños, brotan de la tierra, del aire o del árbol, no sé bien de dónde porque aparecen y desaparecen en un instante...”.
Este era un linyera que vivía junto a las vías en las cercanías de la estación Coghlan, a unos 150 metros, hecho ocurrido unos cinco años antes del avistamiento de los Mancuso y Pulido. Desconocemos si la persona hallada muerta a la que hizo referencia Pulido, pudiera tratarse de este hombre con el que Del Prado había trabado amistad.
Comentarios.
Es de destacar que el Sr. Andrés Pulido demostró a lo largo de toda la entrevista, un fuerte temor por lo sucedido, basado en los rumores de la persona que habría muerto luego de presenciar acontecimientos similares a los que le tocó ser testigo.
También cabe resaltar que no se trató de un único avistamiento, sino que tales fenómenos se habían repetido unas cuatro veces a lo largo de catorce días.
Es curiosa la descripción incierta que hace el testigo de los seres o figuras no pudiendo definirlas en ningún momento como siluetas humanas pero considerándolas sí seres vivos que realizaban allí alguna actividad.
Pulido habla de varios testigos directos pero lamentablemente no pudimos encontralos.
Los hermanos Mancuso fueron entrevistados por Fabio Zerpa y encontramos como complemento de esta investigación su artículo publicado en El Quinto Hombre, revista virtual El Portal de Fabio Zerpa, ELEMENTALES EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES (ARGENTINA) - CASO COGHLAN
http://www.fabiozerpa.com/ElQuintoHombre/diciembre01/Mparalelos_10B.htm
“...Este es un caso ocurrido en el barrio de Coghlan, en la ciudad de Buenos Aires, cerca de la estación de trenes. Tres testigos, entre ellos dos hermanos, tuvieron el privilegio de observar las características y movimientos de cada uno de ellos. He aquí el interrogatorio conducido por Fabio Zerpa.
Fabio Zerpa: ¿Qué fue lo que pasó?
Testigos 1: Bien, nosotros veníamos transitando por este camino, aproximadamente las 2 o 2.30 de la madrugada de un día de marzo y vimos una luminiscencia que venía avanzando. Nosotros veníamos caminando y al principio no le dimos mucha importancia, creíamos que era una locomotora que mayormente pasan por acá. Pero después nos dimos cuenta que esa luminiscencia se bifurcaba y venía hacia nosotros.
F.Z: ¿Cómo era esa luminiscencia?
T:1: No le dimos mucha importancia pero cuando se fue agrandando, como una nube de luz.
F.Z: ¿Cómo el tamaño de una pelota de Fútbol, más grande?
T:1: No, un poco más grande, diez veces más.
F.Z: Diez veces más.
T:1: Sí, y no redonda, o sea ovalada como una nube, exactamente igual.
F.Z: ¿Qué color tenía?.
T:1: Blanca, blanca, muy blanca.
F.Z: ¿Blanca – azulada, blanca – amarillenta?
T:1: Blanca, blanca, completamente blanca.
F.Z: ¿Y que hizo la luz?
T:1: La luz venía de Manuel Ugarte (una de las calles del barrio), o sea por las vías y se fue agrandando hasta donde se encuentra la señal del tren, ahí se paró. Yo le vuelvo a repetir, yo creí que era un tren pero como no había ruidos ni nada. Después nos dimos cuenta que era un OVNI, o algo de eso.
F.Z: ¿Qué hizo después de la señal?
T:1: Se paró ahí y cuando salían estos seres raros y se empezaron a perder por el campo éste, o sea se pusieron por allá, se pusieron por acá... Estuvieron ahí en los juegos sin molestar a nadie, o sea vinieron acá no se a que...(cerca de la estación se encontraba varios juegos para niños).
F.Z: ¿Qué hacían estos seres?
T:1: Aparentemente parecían que estuvieran inspeccionando la zona, en cierto momento vimos como si quisieran escudriñar el suelo o los árboles, los juegos, estaban en su trabajo de exploración, digamos... Inclusive, nos vieron pero parecía como si no se hubieran asustado, como si no hubieran tenido ninguna reacción, digamos, belicosa.
F.Z: ¿Y como eran esos seres, que tamaño tenían?
T:1: Aproximadamente tendrían 60 centímetros de altura.
F.Z: ¿cómo estaban vestidos?
T:1: La primera impresión es que no tenían una vestimenta, digamos humana sino que tenían un medio uniforme en cuanto a la piel rugosa pero no se diferenciaba un pantalón o camisa. Era un uniforme.
F.Z: ¿Qué color era ese uniforme?
T:1: Verde.
F.Z: ¿Totalmente verde?.
T:1: Totalmente, o sea desde la cabeza hasta las puntas de los pies, uniformemente del mismo, no podemos hacer una diferenciación, como usted, que tiene el saco, el pantalón de distinto color; el matiz era uniforme.
F.Z: ¿Gorro, casco, casquete?
T:1: Completamente cara descubierta y la cabeza descubierta, inclusive no había diferencia de pelo.
F.Z: ¿El pelo como era?
T:1: No tenían.
F.Z: ¿Eran calvos?
T:1: O sea, en un ser humano se puede diferenciar la calvicie pero le repito y le vuelvo a repetir era de toda uniformidad, del mismo color pero sin diferenciación de la calvicie, por ejemplo, de la frente a donde comienza.
F.Z: Es decir ¿ sin pelo pero no con calvicie?
T:1: Correcto, correcto, porque cuando hablamos de calvicie en un momento dado hubo pelo pero en este caso, supongo yo, que nunca hubo pelo, que no se le cayó.
F.Z: ¿Los ojos, pudo ver los ojos?
T:1: Eran dos, a ambos lados de la nariz, como si fueran humanos pero con la cara como si fueran humanoides, boca también.
F.Z: ¿Seguro de la estatura?
T:1: Segurísimo, por la proporción al entorno a ellos, porque si estuvieran parados en ese banco, ese banco tiene unos 40 centímetros, y no sobrepasaban más de ahí.
F.Z: ¿Otros testigos lo vieron también?
T:1: Sí, una persona más.
F.Z: ¿Qué fue lo que vio?
T:2: Más o menos a una distancia de unos...60,70 centímetros, aproximadamente, vi a esta cantidad de ...seres, no se si serán seres.
F.Z: ¿Qué cantidad de seres?
T:2: Yo calculo que eran más de diez.
F.Z: ¿Más de diez?
T:2: Más de diez, ahora la cantidad exacta, con la velocidad en que se movían, no se podía apreciar.
F.Z: ¿cómo eran altos, bajos, medianos?
T:2: Más o menos de unos 55,60 centímetros de altura.
F.Z: ¿Y a qué velocidad se movían?
T:2: Más o menos la que puede tener un corredor de 100 metros.
F.Z: ¿Tan rápidos eran?
T:2: Sí, no se puede apreciar exactamente.
F.Z: ¿Y que hacían?
T:2: Bueno, había algunos que jugaban, daba la sensación de que jugaban, otros se agachaban o trataban de recoger algo, no sé.
F.Z: ¿Siempre en el suelo?
T:2: Unos aparentemente eran de color verde, sí, esos se agachaban y buscaban algo y los otros de un color más bien naranja, jugaban.
F.Z: ¿Tenían un uniforme, o algo?
T:2: No, no podría decir que eran vestimentas sino que era una especie de piel, no sé.
F.Z: ¿Y uno era de color naranja y los otros de color verde?.
T:2: Sí.
F.Z: ¿Qué hicieron después, cuanto tiempo los vio?
T:2: Aproximadamente unos 20, bueno uno en esos momentos no tiene la noción del tiempo pero póngale una porción de tiempo de 20 minutos.
F.Z: ¿Después que hicieron?
T:2: Después se fueron, desaparecieron a la misma velocidad, iban desapareciendo, a mi me dio esa impresión, no he visto luces ni nada que bajara de arriba, nada, se fueron perdieron, se fueron desapareciendo...”
Según la entrevista realizada a los Mancuso el caso quedó titulado y clasificado como un encuentro con “Elementales” pero sin embargo los seres habrían llegado en una luz que ellos mismos llaman OVNI.
A diferencia de lo que nos dijera el Sr. Pulido no encontramos en el testimonio de los hermanos referencias respecto a la existencia de un mayor número de testigos ni tampoco hablaron de la repetición del fenómeno en días consecutivos.
ALGO DE FENOMENOLOGIA COMPARADA
Fecha 8 de junio de 2002, Ataliva Roca, Obrador de Techint, campo Daniel Neveu, 3000 metros RN 35 y RP 18. El testigo, Horacio Sueldo se hallaba cumpliendo sus labores de sereno en una zona rural a bordo de una máquina vial cuando divisó a lo lejos una luz verde fosforescente aproximándose desde el sur. Al encender las luces del vehículo la luz desapareció para reaparecer en otra dirección aunque mucho más cerca pudiendo apreciar dentro de la misma una entidad de 50 cm. de altura con piernas muy delgadas y cabeza prominente. Huyó del lugar a toda velocidad en la máquina.
Fuente: Diario La Arena (Santa Rosa) 12/06/02 y Diario La Reforma (General Pico)15/06/02.
Otra referencia muy interesante a un caso similar la encontramos en el excelente e interesante librito titulado “Llegaron también a Viale”, escrito por Ariel Lemos, página 17:
“EL PASAJERO DE LA BURBUJA.



...Del otro lado de las vías, en el Barrio Centenario, algunas familias comenzaban ya a poner las sillas y sillones en la vereda. Pronto compartirían los vecinos el delicioso mate y también las novedades del momento. Era y es la costumbre de cada atardecer en donde la gente del barrio se enriquece a través de una relación buscada y sentida.
Estaban en esto cuando sobrevino la cosa. Alguien estaba en la vereda observó, de pronto, que una extraña presencia luminosa y esférica se desplazaba hacia la estación del ferrocarril, Iba paralelamente a las vías en dirección sudoeste. La persona que vio primeramente el fenómeno quedó asustada pero igualmente llamó a los que estaban dentro de la casa para que la ayuden a entender que era eso. Cuando se sumaron los demás, uno a uno fueron confirmando que lo que observaban era una esfera de aproximadamente dos metros de diámetro, En su interior había luz pero ésta no se proyectaba hacia afuera. Lo más llamativo es que se podía ver a uno sentado como si estuviera en el manejo de controles del aparato. El personaje portaba un casco, o al menos su cabeza parecía muy abultada. Se lo veía muy concentrado, ni siquiera demostró interés por quienes los estaban mirando pasar. En realidad, era algo desconcertante. Por eso podemos afirmar con toda certeza y sin llegar a exagerar, que aquello no era otra cosa sino una burbuja luminosa tripulada por un ser raro e insólito. Su desplazamiento era lento y silencioso, El objeto se deslizaba a una altura de treinta metros, distancia que permite una completa visualización de sus formas y de lo que había en su interior.
Poco a poco la burbuja se fue perdiendo siguiendo el derrotero de las vías. Daba la impresión que algo la unía a ese camino de hierro por cuanto no se apartaba de él en toda su marcha. Era como si estuviese ligado por un hilo invisible que lo mantenía firme en el rumbo que debía recorrer...”.
SIMILITUDES EN EL FOLKLORE
Indagando en mitos y leyendas encontramos interesantes historias de seres pequeños que se transforman en una luz o que viajan con o en ella. Visitamos en Internet varias páginas y aquí las recomendamos y tomamos algunas fragmentos:
De Argentina Misteriosa de Christian Quinteros:
Anchimalén
http://ar.geocities.com/argentinamisteriosa/anchimalen.htm
También Anchü Mallén, Anchimallén y Cherufe. Mito antropomorfo de los araucanos, que los cronistas asimilaron al Duende. Tiene la forma de un enano de sexo indeterminado, con la altura y grosor de un niño de pocos meses. Deidad maléfica en sumo grado, sanguinaria y grotesca. Suele transformarse en un fuego tenue y fugaz que se ve en los caminos y llanuras, en los techos de las casas y ramas de los árboles, o entre las patas de los caballos. A veces este fuego es rojo y corre muy rápido, virando su color hacia el amarillo. Para ahuyentarlo hay que hacer ruidos metálicos con las espuelas u otros objetos y cabalgar desnudo. Quien lo ve de muy cerca se queda ciego o se enferma de la vista. Allí donde aparece esta luz ocurre pronto una desgracia. Se transforma también en pequeños reptiles.
Son a veces sirvientes de los brujos, cumpliendo misiones que éstos les confían. Se dice asimismo que los Anchimalén son criaturas que crían los brujos para que les cuiden el ganado, a las que alimentan con leche, sangre y miel que ponen a su alcance. Pero cuando llega la noche dejan de cuidar el ganado y se convierten en Cherufe, que es el fuego errante.
Según Casamiquela, este mito que expresa los temores de la tiniebla sería un desprendimiento del de Anchimalgén, al igual que Kuyén. Aquél ya no existe hoy.
Pillán quitral El fuego sagrado
http://madryn.com/pm/endepa/elfuegosagra.html
En la creencia aborigen del Sur de América viven, desde hace incontables lunas, entidades mágicas en relación con fuegos malditos... como los de Anchimallén araucano, el duende enano que sirve a los brujos del diablo, el que roba para "el daño", el que ciega con su presencia por que la luz en la que se transforma es maligna... cuando su radiación brillante y fugaz aparece en los campos o en las montañas o en las ramas de los árboles o en los techos de las rucas...el indio tiembla porque significa la muerte para alguien: ¿a quién se llevará esta vez la luz mala?.
Un excelente artículo para complementar esta investigación es el publicado en la revista virtual Gaceta Ovni. Aquí un fragmento del mismo:
La Entidad
http://www.gacetaovni.com/
Peregrino de las leyendas
En la década de los 80 un grupo de psiquiatras y antropólogos dependientes del CONICET desarrollaron un amplio relevamiento en la zona del desaguadero sur en la Provincia de La Pampa bajo la denominación de PROGRAMA DE INVESTIGACIONES SOBRE EPIDEMIOLOGÍA PSIQUIATRICA bajo la dirección del doctor Fernando Pages Larraya. Textualmente expone los relatos puros de los pobladores, sus historias y leyendas con sus tintes mágicos, miedos y modos de convivir con ellos. Entidades fantasmales, narraciones de sucesos malignos, se entrelazan en un circuito de permanentes vivencias . La influencia de los indios Ranqueles emerge desde el sustrato histórico, tomando vida algunas de las mas viejas creencias. En esas leyendas e historias es claro ver una raíz europea cuando se nombran a los jinetes sin cabeza, animales extraños y ritos demoníacos. Estos son nombrados como recuerdos cada vez mas lejanos, como historias menos frecuentes... sin embargo hay algo que parece perdurar al paso del tiempo, un misterio que sobrevive con firmeza y matiz propio, con tal individualismo y substancia que se nombra tanto en el pasado como en el presente, y es la presencia de las enigmáticas luces malas que en el documento forman parte de vivencias de reciente data. Del Documenta Laboris que transcribe textualmente los temores y creencias de toda la región mediante entrevistas directas con los habitantes surgen una serie de referencias a las luces malas que toman de la raíz ranquel sus principales características. Allí se hace mención del Anchumallen, figura antropoide semejante a un nenito cabezón que transita los montes de caldenes durante las horas de la noche titilando con luz pálida y emitiendo chillidos a modo de lamentos. La leyenda, en una de sus acepciones, narra que Anchumallen era una princesa Ranquel enamorada de un joven aborigen de tribu enemiga y que por mantener su amor en contra de la voluntad del Cacique, su padre, fue castigada junto a su pareja con la maldición del brujo de la tribu. Anchú, es convertida en un ser diminuto que lamentará su traición y buscara en la noche, indefinidamente, el paradero del joven quien (transformado en un pájaro) no podrá cruzar la frontera de la noche en donde vagará Anchú por siempre. Es notable como la imagen de Anchumallen encuentra similitud con el Curupira de Brasil, una especie de espíritu o duende de la selva que, según la tradición, defiende a los animales de la depredación de los cazadores humanos. El Curupira puede tomar la forma de “persona bajita y cabezona” y en ocasiones manifestarse como una bola de luz.
Lo Mágico y lo Verídico
“Aquí, a esta playita del Chiñuracó, baja Anchumallen al agua, de vez en vez, en días calurosos, cuando todo es quietud en torno...” “De noche su cuerpo es de luz pálida como la del sol...Por eso la llaman Anchumallén, o Anchu, cariñosamente, las muchachas enamoradas. De día, parece de cristal. No vuela como los pájaros, aleteando. Se desliza flotando por sobre plantas y caminantes, sentándose de trecho en trecho en la huella, para mirar sonriente a los que pasan, con sus ojillos de rubí, dos puntas de fuego que iluminan su preciosa carita redonda.” Otra acepción de la leyenda dice que Anchu tuvo la desgracia de enamorase de un cristiano, traicionando las tradiciones mas antiguas de la tribu, por lo que un potente maleficio de los hechiceros le dio un castigo ejemplar. Al querer escapar con su amado - y así cuenta el libro costumbrista de Enrique Stieben en “Ancumallen” que toma de esas tradiciones y leyendas las descripciones principales- relata: “Algo sobrenatural habíase interpuesto entre ellos y su destino. Una como centella abatió el entorno con poderosa lumbre y un gran estrépito, de cuyo centro emergió en una aureola, el gran chivo de la cueva que ya vieran. En veloz carrera llegó a ellos envolviéndolos indefensos en su quemante esplendor, de cuya esfera fue despedida Anchu por los aires, a lo largo del valle, sobre el cual seguiría flotando apenada hasta el fin del tiempo, convertida en mujer luz, hermosa e intocable.” El Anchumallén, según los relatos más recientes, ha sido visto por varios pobladores como una luz parpadeante, pálida, que se desliza serenamente por el desierto y suele llegar a estar muy cerca del caminante. “tiene la cara de un conejo, parecido, con dos dientes raros que le salen de una boca luminosa. Es chiquito y sus ojos brillan como dos brazas candentes mientras hace un chillido agudo”. Algunos testigos sostienen que dos ojos brillantes, o dos brazas encendidas, suelen moverse por el campo, y no son ojos de animales. Fábula o no los relatos se multiplican aún en personas no locales que transitan casualmente por la región y dicen ser testigos de estas apariciones: “y me agarró cuando iba caminando, y me agarré una mala sangre a la cabeza. Era luz y se prendía y se apagaba. Parecía una nenita chiquitita, tiene dos dientes de luz. Y se apagaba y se alumbraba...”.
El extraño, en los Andes neuquinos.
Una importante reserva mapuche se encuentra del otro lado de la frontera, al noroeste de Neuquén, en la república de Chile. Es la reserva Trapa Trapa. Amandina Manquepi, oriunda de Trapa Trapa ofrece sus notables trabajos en madera y en lana a los visitantes de las termas del Copahue, en Argentina. Elige un lugar entre los humeantes puentes que cruzan las cálidas aguas burbujeantes saturadas de azufre que expiden un olor nauseabundo que se pega a las ropas y endurece el cabello bajo el implacable sol del mediodía. Sus manos cargan la sencilla y esmerada mercancía cuyas ganancias son para asegurar el sustento diario que aún en medio del desierto de montaña su familia necesita. Pero en su silencio tímido ante el turista, Amandina esconde experiencias que muchos de nosotros pagaríamos por vivir. Ella dice haber visto ese enigmático “anchimallen”, entidad antropomorfa pequeña que ella describe como un niño cabezón relacionado a las “machis” (curanderas o médicos brujos de una comunidad indígena) que suelen aparecer los martes y los viernes, días de magia para los criollos de argentina. Su descripción, por enésima vez resulta familiar: “es una luz titilante, como una linterna de pilas gastadas que transita las montañas saltando como un conejo” o mostrando su silueta desnuda ante el azorado observador. Esa luz puede ser amarillenta y a veces tornarse azulada. Leyenda, tradición, o como se le llame, el relato de Amandina Manquepi es contundente al señalar que su último encuentro con la luminosa entidad lo tuvo 15 días atrás ( sobre finales de enero o principios de febrero del 2000) demostrando la incómoda contradicción de nuestras valoraciones sobre los dichos del habitante rural. Y suele ser pasmosa la naturalidad del encuentro que se describe como si fuera una parte más del paisaje sin atender las líneas divisorias entre lo creíble y lo extraordinario. Con algunas de las mujeres de la misma comunidad tuvimos similar descripción sin que ellas atendieran demasiado nuestro asombro y quizás profundamente extrañadas y hasta risueñas por el interés que un grupo de hombres tenía por aquellos seres enigmáticos tan “alejados de los gringos”. En los infinitos caminos del valle, del Cajón del Agrio y de los puestos que aquí y allá marcan la presencia humana, esas referencias se enriquecen y reiteran como en el caso de Oscar, el mecánico de la villa quien, hace varios años, dice haber tenido un encuentro parecido con el diminuto visitante de la noche..."

Otro reporte de avistamiento de seres en la zona

Carlos Alberto Iurchuk

La Plata – Argentina

carlosiurchuk@gmail.com

En octubre de 2009 se puso en contacto conmigo una persona de nombre Guido (me reservo el apellido) quien vive en Buenos Aires y me relato lo siguiente:

«Por casualidad llegue a vuestra web y pude leer los testimonios del caso «Coghlan» de abril de 1984. Quisiera dar mi testimonio, ya que con 4 años de edad y viviendo en el barrio de Belgrano ese mismo año vi a seres muy similares a los presentados en la descripcion. Durante años comente este episodio a mucha gente y mi familia completa sabe de esto desde entonces. Nunca habia tenido acceso a testimonios sobre esto hasta hoy».

A continuacion pedi que me relatara su experiencia, a lo que accedio rapidamente:

«Ante todo queria comentarte que esto se lo comente durante mucho tiempo (25 años) a bastante gente, de hecho mi familia lo sabe desde el momento que lo vi, ellos estaban conmigo aunque no tuvieron la suerte de verlo.

En ese momento yo tenia 4 años, actualmente tengo 29. En esa epoca viviamos en el barrio de Belgrano con mi familia, mis 2 hermanas mayores, papa y mama.

Te puedo dar la direccion exacta que es Olazabal 2580 [Nota de Carlos Iurchuk: Me reservo de publicar el piso y departamento exacto donde vivia el testigo] de la ciudad de Buenos Aires (todavia existe el edificio). El departamento tenia un balcon al contrafrente desde el cual me gustaba mirar, especialmente porque en esa epoca McDonald’s habia instalado su primer local en Argentina, justo a la vuelta sobre Av. Cabildo, y habia colocado un muñeco inflable de unos 6 metros del payaso Ronald encima del local, el cual se veia perfectamente desde nuestro balcon. Esto era algo que me llamaba mucho la atencion.


Ciudad de Buenos Aires. Al norte, se indica la ubicacion del edificio donde se encontraba el testigo.

Yendo al hecho en si, estabamos una noche reunidos con mi familia en el living del departamento, justo al lado del ventanal que da al balcon. No recuerdo el horario exactamente pero ya era totalmente de noche, y era una noche despejada, se podian ver las estrellas. Yo miraba a traves de la ventana, cuando de repente vi algo que se movia en el cielo que me llamo la atencion.

Sin decir nada me acerque al balcon y pude observar perfectamente en el cielo una ronda de seres pequeños muy luminosos que se movia a una velocidad no muy grande. Lo pude ver muy claramente ya que no pasaron a una gran distancia, y esta ronda habra pasado a la altura de un piso 12 o 14, a menos de 150 metros de donde yo estaba. Estos seres pequeños estaban tomados de la mano formando una ronda, por lo que recuerdo eran de color rojo, azul y verde, no puedo asegurar el numero exacto, pero serian entre 8 y 12 aproximadamente.


Dibujo realizado por el testigo de la ronda de seres que vio.

No se le podian ver los rasgos, simplemente su forma que era una cabeza redonda, piernas y brazos y emanaban bastante luminosidad.

Inmediatamente al ver eso señale hacia el cielo y grite, a lo cual salio tambien al balcon una de mis hermanas, aunque cuando miro la ronda ya se habia desplazado y habia sido tapada por un edificio. El fenomeno lo pude ver por unos 5 o 6 segundos (mucho tiempo a mi entender) en el cielo, hasta que desaparecieron al pasar detras de un edificio. El movimiento de la ronda era lento y seguia una linea recta, no zigzagueaba ni ninguna otra cosa.


En esta imagen aerea del lugar, el testigo marco la ubicacion de la ronda (con puntos de diferentes colores), la direccion de desplazamiento de la misma (con una flecha) y la ubicacion del McDonald’s (con punto rojo mas grande). Tambien se indica la ubicacion del edificio donde se encontraba el testigo.

Luego de esto explique a mi familia lo que habia visto y quedaron mas que sorprendidos. Tiempo despues mi padre me dijo que habia leido en el diario una nota sobre unos gnomos que habian estado jugando en la estacion de Coghlan la misma semana. Fue ahi cuando lo tomo un poco mas en serio».

A partir de algunas preguntas que le realice, me hizo las siguientes aclaraciones sobre lo que observo:

«Puedo confirmar que no estaban parados sobre ninguna plataforma ni nada, flotaban en el aire. Tampoco pude ver ninguna nave.

Por lo que vi tampoco formaban parte de una estructura mayor. No recuerdo haber escuchado ningun sonido. Lo que pude ver es que esta ronda se desplazaba de derecha a izquierda en el cielo a una velocidad no muy rapida y estaba estatica en el sentido de que no giraba sobre su eje.

En cuanto a los seres, lo unico que recuerdo era que eran pequeños y no tenian rasgos, emanaban algo de luz y habia de color rojo, verde y azul».


Imagen que el testigo encontro en Internet que se ve parecida a como el recuerda eran estos pequeños seres que formaban la ronda.

Finalmente comento:

Desde ya te autorizo a publicar mi experiencia y tambien mi email, tal vez ayude a reunir a alguna persona mas que haya visto esto. Esto lo relacione directamente con el caso Coghlan ya que fue la misma semana de esto y mi padre vio la nota en el diario en esa epoca. Tambien la cercania geografica, ya que el edificio debe estar a no mas de 20 cuadras de la estacion de Coghlan».

Todas aquellas personas que deseen ponerse en contacto con Guido, su e-mail es guido_fed@hotmail.com


Ubicacion del edificio donde se encontraba el testigo y la estacion de Coghlan. La distancia que separa ambos puntos es menor a 1.500 metros.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Santa Compaña

Y siguiendo con las averturas de las monjitas de Berisso o la Santa Compaña o como le querramos llamar, aquí va lo que vio el Pancho en Garganta La Olla, caso que pueden consultar en La Punta del Iceberg de J.J.Benítez.
O el ser monstruoso que vio esta mujer en los bosques próximos a Flatwoods (Virginia Oriental) en la noche 12 de septiembre de 1952. Fuente el libro referido.
O lo que vio

Justificación del Proyecto

Catalogación de Entidades Asociadas y No Asociadas

Queridos amigos:
Un grupo de investigadores hemos acordado iniciar un proyecto de catalogación de todos aquellos incidentes en los cuales se han visto implicadas entidades calificables de anómalas, independientemente de que estas pudieran encontrarse o no, asociadas al avistamiento de un ovni. El objetivo es elaborar una base de datos con alrededor de cien variables por caso, lo más completa posible de este tipo de singulares encuentros como primer paso para localizar patrones comunes de comportamiento y forma.
En esta primera etapa, se efectuará un relevamiento de la totalidad de los casos acaecidos en la República Argentina, para ello es necesaria la colaboración del máximo número posible de organizaciones ufológicas del país y del exterior que pudieran tener en sus registros casos pertenecientes a este subconjunto. Les solicitamos entonces que revisen sus archivos buscando este tipo de casuística. En caso de encontrar algún caso investigado por ustedes o del que tengan buenas referencias les rogamos se pongan en contacto con nosotros en la dirección del proyecto,abajo citada.
Detallaremos en una lista pública aquellas organizaciones que han colaborado en el proyecto, dando crédito en cada caso (como es lógico) al investigador u organización original.
Nos gustaría que entendamos la necesidad de este esfuerzo común para poder llevar a cabo esta tarea y unir las diferentes piezas del rompecabezas. Igualmente si saben de alguna organización ufológica que pudiera estar interesada en colaborar con el proyecto les pedimos que reenvíen este mail. Más abajo adjuntamos las directrices del proyecto.
Reciban todos un afectuoso saludo.

Dr. Miguel Angel Gómez Pombo


1.- Justificación del Proyecto


Uno de los principales problemas de la investigación ufológica consiste en la variedad de objetos de estudio. Es muy difícil establecer una base de coherencia en los estudios y análisis estadísticos si nos esforzamos en meter en la misma tabla de datos objetos y estructuras que podrían responder a diferentes diseños, orígenes y naturaleza. se hace necesario por lo tanto conducir estudios centrados en parcelas, donde cada parcela de estudio podría estar dirigida a un diferente aspecto del fenómeno.
En este caso, optamos por centrarnos en la cuestión de la observación de los supuestos ocupantes de esos objetos que calificamos como ovnis a falta de una definición mejor. Lo hacemos porque este tipo de encuentros parece ser el que ofrece mayores posibilidades de aproximación a la porción más desconcertante del fenómeno, con las siguientes notas de interés:
1.- Estas entidades suelen ser vistas muy próximas al observador, con la consecuente posibilidad de aportar un máximo de detalles del supuesto encuentro. Esta cercanía aporta una gran cantidad de información al investigador.
2.- Un estudio preliminar de algunos casos de avistamiento de humanoides ha permitido localizar ya algunos patrones comunes de enorme interés, así como una constante que podríamos denominar “comportamiento absurdo”. Este hecho ha sido una de las principales razones para impulsar el proyecto CATENT en la esperanza de encontrar una repetición de esos patrones en otros casos o bien hallar otros patrones comunes.

2. Objetivos

El proyecto CATENT tiene por objeto la catalogación y el análisis sistemático de aquellos avistamientos de entidades de todo tipo asociadas al fenómeno OVNI, y de entidades no asociadas, pero de características humanoides o criptozoológicas.
Se incluyen las entidades no asociadas a raíz del carácter fantasmagórico que registran algunos supuestos ovnis, capaces de desaparecer o apagarse a voluntad. Esta característica observada en numerosos casos, no permite efectuar una clara delimitación entre lo que algunos llamarían “fantasmas” y los que podríamos llamar “ocupantes”. Ante la imposibilidad de establecer diferenciaciones claras a priori entre ambos fenómenos, sólo cabe abocarse a la recopilación de ambos tipos de informes. El hecho de no limitarse a entidades de características antropomórficas, se debe a los numerosos casos en los cuales se ha reportado la presencia de seres de características monstruosas o parecidos a animales, como las reiteradas denuncias de la aparición del conocido “chupacabras”, “pie grande”, etc.
Una vez realizado el análisis las conclusiones, de obtenerse alguna, se harán publicas a la comunidad ufológica.
3.- Fases
1.- Creación de una Base de Datos de Avistamiento de Entidades en Argentina. La Base de Datos CATENT incluirá campos comunes a otras bases de datos ufológicas, pero también estudiará la creación de campos específicos de este tipo de avistamientos. Aunque en un principio la BDCATENT será gestionada de forma privada por los integrantes del proyecto, en un futuro será hecha pública.
2.- Localización de referencias documentales o bibliográficas referentes a este tipo de incidentes y su recopilación.
3.- Localización de las fuentes originales de estas referencias al objeto de aumentar los datos científicos que no hayan sido aportados a las referencias documentales.
4.- Localización de nuevas referencias mediante el contacto con organizaciones de investigación nacionales o internacionales.
5.- Reinvestigación de la mayoría de los casos cuyos testigos o familiares directos puedan ser ubicados.
5.- Búsqueda de patrones comunes mediante el empleo de herramientas estadísticas y análisis inteligente automatizado mediante ordenador. Este es propiamente el núcleo del Proyecto CATENT, etapa a la que se podrá arribar luego de reunir el número de información necesaria al efecto de que las conclusiones puedan ser consideradas válidas.
6.- Publicación de resultados. Esto tarea de difusión será efectuada a través del sitio web Hipótesis y de quienes se hayan sumado al proyecto y así deseen hacerlo, mediante las listas de correo electrónico especializadas a las cuales nos encontremos adheridos o cualquier otro medio que facilite la llegada de la información a la comunidad ufológica.


4.- Coordinación
El Proyecto CATENT ha sido creado y es gestionado por los investigadores Mariela Verónica De Tomaso, Fabio Picasso, Emilio Cabot, Claudio Miszka y Miguel Angel Gómez Pombo.
Habrá de mantenerse un catálogo de las fuentes consultadas y de aquellas organizaciones que nos han prestado apoyo cediendo sus bancos de datos o cualquier otra información útil.


5.- Direcciones Utiles
Dirección de Correo Electrónico

catent2002@gmail.com


Caso Barrio Supe - Investigación Proyecto Catent


CASO BARRIO SUPE

LUGAR: BARRIO SUPE, Berisso, BS. AS. , ARGENTINA.
FECHA: Entre el 31 de agosto y el 22 de septiembre de 1990
TESTIGO: LUIS JAVIER MANGO
EDAD: 19 (al momento de los hechos)

LA INVESTIGACIÓN

Teníamos referencia del caso a través del listado preliminar confeccionado por Claudio Miszka y gracias a la labor de rastreo de viejos artículos de diarios y revistas de Emilio Cabot dimos con una nota publicada en la revista Flash donde constaban los datos de diversos casos ocurridos en la zona de Berisso y Ensenada. A partir de esa información y ayudados por la Guía Telefónica encontramos sin dificultad al testigo quien actualmente reside en la Ciudad de La Plata. Amable aunque algo desconfiado y temeroso de que se tratara de una broma accedió a encontrarse con nosotros en una confitería cercana a su lugar de trabajo en la Ciudad de La Plata.
Trascripción de la entrevista
Entrevista realizada por los investigadores Mariela Verónica De Tomaso, Miguel Ángel Gómez Pombo y Emilio Cabot, integrantes del Proyecto CATENT, el día 4 de mayo de 2002, 19 horas:
Comienza la charla dibujándonos el plano del lugar donde ocurrieron los hechos. Haciendo indicaciones sobre el mismo, refiriendo que:
Este es un barrio nuevo prácticamente, aquí esta el video club... esta es la casa de mis viejos... acá vive... es todo por cuadras, ¿te ubicás más o menos?, acá vive este chico Olivera que las vio también. Bueno, yo a este chico, es muy amigo mío desde la infancia. Él tenía una moto y yo se la cambié por mi auto esa noche, pero más que nada que nos cambiamos así por día, por una noche, para salir. Bueno, yo estaba con la moto y vengo por este lado, mi novia vivía acá (haciendo referencia siempre al planito que nos dibujó para ubicarnos bien en el lugar), entonces paso por la esquina y miro, cuando miro veo estos eres así, cruzando así de vereda a vereda, viste rápido, así ta, ta, ta (marca líneas diagonales en el plano), así, cada vez se iban alejando, obvio, estaban acá, iban así, ahí bueno acelero con la moto, doy toda la vuelta así y vuelvo acá (indicando también el recorrido suyo en el mapa), no vuelvo por esta, hago dos (cuadras) para verlas de más lejos, eran las dos de la mañana, después pasa gente así y ni bola me dan, lo que pasa es que por acá hay una fábrica de YPF que trabaja mucha gente así de noche, turnos de noche y pasaba gente, un hombre con otro flaco a trabajar y yo les decía “pero, flaco mirá lo que estoy viendo, mirá...”, y los tipos miraron y seguían...



Plano dibujado por el testigo.
Referencias:
A: Lugar donde detuvo la moto por primera vez
B: Lugar donde se detuvo por segunda vez.
C: Casa del testigo
D: Lugar donde ve a los seres en un primer momento
E: Terreno baldío en el cual aparecieron supuestas huellas.
F: Automóvil del testigo conducido por su amigo
G: Casa del amigo del testigo
H: Casa de la novia del testigo
Entre D y F puede apreciarse el trazo diagonal correspondiente al desplazamiento de las entidades.
¿Vos los seguías viendo?
Yo los seguía viendo, los veía perfecto, como estaban vestidos, todo lo vi. Bueno entonces agarro así y me fui a mi casa, acá (vuelve al plano), por el susto y todo viste. En eso mi amigo sale de trabajar con el auto, yo pienso que debió ser a la misma hora y las ve viste, y es como que las quiere pisar o algo así. Aceleró viste.
¿Él laburaba de noche?
Si, y este hombre (otro vecino testigo del cual no recuerda el nombre) las ve también y ve el auto. Yo no conté nada en mi casa, ni nada. Y él va a la casa de mi vieja y le dice “mire señora, su hijo le contó algo, es verdad yo lo vi... porque su hijo las vio con el auto, las quiso pisar...”. Yo no estaba con el auto era mi amigo que las había visto que andaba con mi auto. Entonces mi vieja me pregunta y le digo, sí, no te conté nada porque quién me va a creer. Para mí no las había visto nadie, después vino este hombre a mi casa...
¿Te animás a dibujarlas?
No perfecto pero... (la dibuja) Le decían todos monjitas porque tenían una capucha.



Dibujo realizado por el testigo.
¿Qué color eran?
No les vi ni las piernas, ni la cara, todo negro, eran dos.
¿Qué altura tenían?
Un metro. Yo no sé pero que sé yo, todos me dicen pero... ¿porqué no paraste?, ¿porqué no miraste?, que sé yo...
¿Cuántas figuras eran?
Dos, dos. Después decían que enfrente, en un terreno baldío encontraron cosas, redondeles quemados. Nunca lo vi, ni fui a ver. Yo las veo en 9, (entre) 153 y 152 (numeración de las calles)
¿Había alguna fábrica, auto abandonado?
No, es un barrio nuevo prácticamente. Tendrá 8 años más o menos. En ese momento había solo un baldío acá (marca el mapa).
¿Viste el movimiento de caminar?
No, lo único eso, lo único así, en un segundo hacían de vereda a vereda. Tac, tac, así! (vuelve al dibujo). Ni un ruido nada, o no sé si yo por estar con el tema de la moto...
¿Vos paraste con la moto?
Sí, paré acá (marca el mapa).
¿Era muy rápido el movimiento?
Sí, sí.
¿Le llegaba al suelo la ropa?
No sé, no es que no me acuerdo, me acuerdo de todo pero no sé...
¿Cuánto será que estuviste ahí parado?
Y habrá sido un segundo...
¿Cómo venían las figuras?
Venían una atrás de otra.
¿Qué pensaste en ese momento que eran?
No sé en ese momento no sé, me impresionó. Realmente lo que más tenía era susto. No sé si me quedó porque ahora de noche miro para atrás para adelante y miro para los costados, soy re-asustadizo, no sé si era así o no me acuerdo. Sé que ahora soy re-asustadizo. No sé si por eso o porque soy así. Realmente voy por una calle oscura y estoy mirando viste...
¿Ahora no vivís más ahí?
No. Siguen viviendo mi vieja, la madre de mi amigo en el mismo lugar. Las mismas familias, están todas.
Dicen que hubo otros casos...
Claro, claro
¿Vos te encontraste con esa gente?
No, no, aparte nadie... vino gente que estaba investigando y eso pero después vecinos a preguntarme y eso no eran de venir. Yo laburaba todo el día así que no.
¿Vos venías de trabajar, de salir?
No, de salir.
¿Qué hora era?
Eran las dos de la mañana.
¿Qué diferencia de cómo las viste en un primer momento a como las viste después?
Igual, igual, ya el movimiento no eran tan tan (se refiere a que era más lento) era un poquito menos, porque tardaron más entendés, hicieron así (marca un movimiento diagonal pero no muy inclinado que según nos explica era lo que producía un avance más lento).
¡A la misma hora pasaba tu amigo con tu auto! Y él ¿qué vio?
Lo mismo, lo que pasa que si, charlo con él... lo que pasa que mucho... ni paro, ni nada, siguió con el auto.
¿Vio más detalles? Las tuvo más cerca... decís que casi las fue a pisar...
Si, las tuvo un poco más cerca. Pero no vio ni la cara ni nada tampoco, o no las vio o no tenían, no sé. Tendrían que hablar con el también.
¿Y el otro señor?
Vio el auto, fue a la casa de mi mamá. El también las vio, pero no sé.
¿Porqué las quiso pisar tu amigo?
Le dio viste... aceleró...
¿Estaba bien iluminada la calle?
No, más o menos estaba, hay tres luces nada más por cuadra (esta suele ser la iluminación normal en las calles de barrio).
Con esa luz distinguí el color y las figuras.
¿Y esto de los ojos rojos quien lo describió? (haciéndole referencia al artículo periodístico de la Revista Flash)
No sé, no lo leí, ni idea... yo no.
Y después de esto ¿alguna vez viste algo raro?
No, nunca más vi nada. Y ahora que uno dice las quiero ver de vuelta y paro y miro y nada.
¿Qué pensás ahora que fue eso?
No sé yo nunca creí, que sé yo... nunca pero ahí si, en un momento dije esto era extraterrestre seguro pero viste cuando estás seguro, estaba segurísimo. Para mí era... es increíble. Yo no le vi ojos... piernas tampoco... brazos si, normal... veía ajustado en la cintura, como si tuviera un cinturón pero no lo veía.
¿A que distancia estarías vos de las figuras cuándo paraste la moto?
Veinte metros... a dos casas estaba más o menos, empezando la esquina a dos casas, ellas estaban ahí. Y tienen todas diez metros de frente las casas. Es un barrio nuevo, un barrio tranquilo.
Al preguntarle sobre los otros testigos que la nota referenciaba en esa zona nos dijo que para él eran mentiras, inventos e historias generadas a partir de este hecho.
¿Alguna vez habías investigado o te había interesado el tema?
No, no, nunca.
Después de esto ¿te quedó cierto temor a andar de noche?
Sí, sí. Todos dicen quedate pero no puedo, yo me voy a la m..., me voy a la m...
¿Sentías que te podían hacer algo malo?
No, por la sorpresa más que nada.
¿Eran diferentes de atrás que de adelante?
Todo negro, toda una vestimenta negra. Era una monjita así chiquita, como una sotana y una capucha.
Bueno chicos, disculpen que no los pude ayudar en nada pero es lo que vi...
Fin de la entrevista.
Comentarios.
La fecha real del caso no era recordada por el testigo motivo por el cual pudimos acotarla en base a las referencias publicadas por la revista Flash.
Un tanto molesto por haber visto algo tan extraño nos comenta que todo el mundo le solicita en fiestas y reuniones que relate su experiencia con lo desconocido.
Está seguro del origen extraterrestre de los seres que vio y nos comenta que Luis Burgos le mostró en aquel entonces unas supuestas fotos de entidades similares a las que habría visto aquella noche.
Le parecía insólito nuestro interés y nos interrogaba respecto a si “habíamos descubierto algo”.
Su relato es sencillo y fresco, contando solo lo que recuerda y sin agregar nada.
Al mirar el artículo periodístico aclara que “está mal, dice que venía en bicicleta pero yo venía en moto”.Está claro que desconoce los otros casos que aparecen en el mismo.
Llama la atención su emoción al relatarnos su recuerdo que se mantiene vívido en su memoria, al igual que se mantiene el temor que siente al caminar por oscuras calles nocturnas.
A diferencia de otros casos Luis Javier Mango no quisiera volver a ver nada parecido pero sin embargo la curiosidad parece superarlo cuando dice “ y ahora que uno dice las quiero ver de vuelta, y paro y miro y nada...”.
Actualmente nos encontramos abocados a la obtención de los dichos de los restantes testigos que permitirán ampliar el presente informe y quizás los mismos nos permitan descubrir si estas supuestas entidades son Asociadas o No a Ovnis.
Nuevamente el Fenómeno nos muestra en este caso su cara más bizarra en la forma de unas siluetas que sin motivo aparente alguno se desplazan de manera insólita por una calle cualquiera de una ciudad cualquiera.

LUGAR: BARRIO SUPE, Berisso, BS. AS. , ARGENTINA.
FECHA: Entre el 31 de agosto y el 22 de septiembre de 1990
TESTIGO: Leonardo Olivera y Luis Furlano
EDAD: Olivera 22 (al momento de los hechos)

LA INVESTIGACIÓN

Llegamos a Leonardo gracias a la colaboración de Luis Javier Mango (Poli) -a quien entrevistamos anteriormente (ver Caso Supe parte I)- ya que mantienen una amistad de muchos años y este le consultó previamente a Leonardo para facilitarnos su teléfono. Accedió sin problemas a la entrevista aunque le provoca aún hoy un estado de nerviosismo recordar los sucesos.
Para dar con el tercer testigo, Luis Furlano alcanzó con caminar las calles del Barrio YPF (antes SUPE) de Berisso y preguntar a algunos vecinos que ya estaban viviendo allí por esas épocas por un señor que dio su testimonio a algunos medios periodísticos y que resultaba para muchos más confiable que los jóvenes Mango y Olivera.
Así fue que nos constituimos alrededor de las 15 hs. en el lugar de los hechos a fin de realizar una evaluación visual y con la Revista Flash en manos, nos dirigimos hacia el videoclub ubicado en la esquina de las calles 152 N y 10, junto al cual reside otro de los supuestos testigos. Ya en el lugar pudimos conversar con Adriana quien nos informó que ni ella, ni nadie de su familia, jamás habían visto a las entidades en cuestión y menos aún, que hayan dado una descripción de las mismas. En cuanto a lo publicado en la Revista nos manifestó que era “mentira”. Sin perjuicio de ello, nos refirió que a solo dos cuadras de allí, reside el Sr. Furlano, quien efectivamente tuvo ocasión de verlas, junto con Poli y Leo, todos conocidos del barrio.
Nos dirigimos entonces a la casa del Sr. Furlano, siendo atendidos por su esposa que nos refirió que el requerido se encontraba trabajando, y que tal vez podría acceder a una entrevista después de las 20 hs., horario en que regresaba de sus ocupaciones.
Entonces, nos dirigimos hacia el centro de Berisso, donde nos encontramos con Leonardo Olivera.
Transcripción de la entrevista:
Entrevista realizada a Leonardo Olivera por los investigadores Mariela Verónica De Tomaso y Miguel Ángel Gómez Pombo, integrantes del Proyecto CATENT, el día 31 de mayo de 2002, 16 horas en el Patio Cívico de Berisso:
Bueno, yo me acuerdo patente de todo. Te hablo de los bichitos estos que para nosotros eran monjitas. Eran tipo 4 de la mañana, y bueno, Poli (Luis Javier Mango) que era mi amigo, me viene a buscar acá al Puente Roma, que queda acá en Berisso. Yo me iba a trabajar. Viene y me dice: “Veníte a ver lo que hay en el barrio, hay unas cositas raras pero son muy chiquititas, para mí son disfrazados, pero son muy chiquititos, tipo enanitos”. Bueno, vamos le digo... Él se va en la moto mía y yo me voy en el auto de él. Esto pasó en (la intersección de las calles) Puerto y Nápoles, que hoy día sería 152 norte esquina 9, justo hay unas cunetas en esta esquina. Yo vengo por la calle 8 doblo a la izquierda a 152 norte, no había amanecido todavía estaba de noche, y justo en la esquina de la cuadra, en la unión del cruce de la calle había... estaba la cosita esta parada, yo lo vi de atrás, cuando lo vi prendo todas las luces del auto y lo encandilo para ver qué era y en ningún momento atiné ni a frenar ni a nada, si se corría se corría, si no se corría lo lamentaba por ellos porque no era una cosa normal, era muy chiquitito, tendría 1,10 ó 1,20 m como mucho, la parte de atrás tenía la parte de acá arriba (señalando a la altura de la cabeza) como una punta y no tenía forma de nada, era una cosa como recta que bajaba, no sé si era marrón, era un color oscuro, marrón, negra, violeta oscuro, una cosa así... y en la parte del cordón de la vereda había otro. Cuando yo iba... faltando diez metros para llegar a la esquina, teóricamente estaba de espaldas, para mí el que estaba en el medio se va caminando tipo pingüinito para donde estaba el otro bichito este. Ahora, a medida que iba caminando yo paso con el auto y lo voy mirando así... y lo que vi es eso, eran dos cositas chiquititas, con forma así de punta en la cabeza y algo brilloso en el pecho, como si fuesen escamas, es decir se lo veo al que estaba parado, al que estaba en el cordón, tipo escamas, una cosa así, era algo que le brillaba...
¿Y qué color era el brillo, te acordás?
No, era algo como... viste... digamos... como si fuese petróleo, una cosa así, el petróleo en un palo, brilloso, es decir, no era algo con colores verde, rojo, amarillo... era un brillo, pero un brillo sobre algo negro y tampoco como que tenía perlitas ni nada de eso viste... es decir algo... como si fuese algo raro que tenía acá (señalando a la altura del pecho), tipo así escamas eran. Yo sigo, bueno veo esas cosas, me asusté mucho, me agarró un escalofrío, una cosa media... mucho miedo me agarró. Llego a la esquina de (la calle) 10 que es donde estaba... ahí a la vuelta vive Poli y me dice: “¿Los viste?” Sí, le digo, metéte adentro, mañana hablamos porque no puedo creer lo que acabamos de ver. Bueno, pego toda la vuelta, agarro la (calle) 152, paso por 9, llego a 8 y agarro 8 vuelvo, cuando vuelvo lo veo a Furlano que viene caminando, viene caminando medio apurado, llego hasta la esquina de 151, pego la vuelta para hablar con Furlano, para verlo porque yo lo conocía de ahí del barrio y justo él se toma el colectivo, venía corriendo porque se ve que había escuchado el colectivo. Se subió al colectivo y se fue. Eso es lo que vi.
Vos me decís que antes de llegar ahí te encontraste con Luis (Poli) porque él había visto algo raro. ¿Cómo es que vos llegás ahí? ¿Él los había visto antes?
No, no... sí, él los había visto antes, es decir, nosotros hicimos un intercambio de vehículo, yo tenía una moto, él tenía un auto, él me dejó el auto porque iba a llover, estaba por llover y bueno, él se fue a la casa y yo me fui acá, al Puente Roma, a esperar que abra un kiosco para comprar el diario. Eran tipo cinco de la mañana.
¿Vos te ibas para el trabajo?
Yo me iba para el trabajo.
¿Dónde trabajabas?
Trabajo en YPF (compañía petrolera), todavía trabajo en YPF. Inclusive lo comenté en el trabajo cuando llegué, y bueno, nadie me creía, fue un desastre te digo. No perdí noción del tiempo porque después se me acercó gente, gente que se dedica a esto, que le gusta esto y me preguntaron si había perdido noción del tiempo, no, no perdí noción del tiempo en ningún momento porque yo entraba a trabajar a las 5,30 hs. y 5,30 hs. entré a trabajar. Bueno, Poli viene y me avisa a mí que había algo raro en el barrio, unas cositas medias raras, disfrazados pero no sabía qué eran porque nunca lo vi y fue por eso que fui hasta allá.
¿Qué sentiste cuándo venías manejando y viste eso?
Incertidumbre porque no tenía ni idea qué era. No sabía ni qué era. No se asemejaba a nada normal diría.
¿Un chico o algo así bajito disfrazado?
Un chico... sí, sí pero si era un chico, era un chico de seis años por decirte una estatura
¿¡Y a las cuatro de la mañana!? Claro...
Sí, sí, 4 hs., 4,30 hs. o 4,45 hs.
¿Estaba muy oscuro? ¿Te acordás la fecha?
Mirá, era tipo, no sé si era junio o julio, más o menos a esa altura fue.
¿Hacía frío?
Sí, hacía frío.
¿O sea que estaba bien oscuro?
Estaba bien oscuro. Un dato, un dato que después con el correr de los días todos nos dimos cuenta. El barrio tenía un perro, un perro de barrio, había un animal, un perrito, que todo el mundo le daba de comer, entonces se quedaba en el barrio. Ese perro conocía al barrio solamente, pasaba alguien de otro lugar y el perro hasta que no se iba de la cuadra, no dejaba de ladrar. Ese día el perro no lo vi yo, no lo vio nadie, nadie lo escuchó ladrar, a la hora que vimos nosotros a esas cosas. El perro estaba al otro día, pero fue algo raro porque el perro ese siempre estaba en esa esquina, dormía ahí en la vereda, fue un dato que después que pasó todo “¿Che, qué raro el perro que no ladró, no?” (se preguntaban los testigos).
¿Y eran dos?
Yo vi dos.
¿Estaban quietos y uno caminó?
Había uno quieto en la esquina, parado en el cordón de la vereda y el otro justo en el medio de la calle, que fue caminando.
¿Caminando?
Caminando, sí.
¿Los pies, cómo eran?
No, no, yo te digo... Yo vi una cosa de atrás.
¿Lo podrías dibujar?
Sí, más o menos (dibuja). Sí, lo veía de atrás, no le veía ni los pies ni nada.


Dibujo de la entidad realizado
por el testigo.


¿No veías ningún detalle?
No, el que estaba parado sí que lo alcanzo a ver de frente, tenía unas cosas así (dibuja)


Dibujo de las “escamas”
hecho por el testigo.


¿A qué altura?
A la altura del pecho. Claro, cuando paso a éste lo veo bien de espalda, lo veo siempre de espalda hasta que llega al cordón y al que está en la esquina me llama la atención la parte del brillo, por eso no le miro más abajo, me llamó la atención eso que era una cosa que brillaba.
¿Una luz era (el brillo)?
No una luz, sino una...
¿Había alumbrado público en esa esquina?
Sí, sí, pero ya te digo, te digo más, cuando yo lo veo acá, al pecho, después me hago la pregunta de que la cara no le vi, entendés, no le vi la parte de la pera, los ojos, la nariz, no se me llamó la atención directamente la parte del pecho.
¿Llegaste a ver esta forma en el que estaba de frente? (señalándole el dibujo de la entidad)
Me llamó la atención el pecho nada más. Eran unos cosos medio así, ensamblados, no sé qué eran, como una goma negra, una cosa así (hablando del pecho de la entidad).
¿Y a qué velocidad habrás pasado con el auto?
Y yo calculo que... tenía mucho miedo, iba muy rápido, te lo juro que si no se corría...
¿Lo pisabas?
Acá, se los traigo acá (haciendo un gesto como tirándolo sobre la mesa).
Cuando vos doblaste lo viste ahí adelante, ¿ahí fue cuando aceleraste?
Claro, cuando yo voy...
¿Te dio miedo al verlos o ya venías con miedo?
No, yo venía derecho, doblo en 152, a la altura de mi casa, veo en la mitad, faltando 30 m para llegar a la esquina, ahí es cuando prendo... el auto de Poli era deportivo, tenía unos faroles de yodo, le prendí todo.
¿Qué auto era?
Un fitito (Fiat 600). Le prendí todas las luces, lo maté con la luz pienso yo, y bueno, faltando 20 m ya el cosito este empieza como a caminar.
¿Cuándo lo iluminaste así se movió?
Claro porque él teóricamente no me ve a mí, habrá escuchado el ruido, la luz se ve que lo llevó a moverse.
¿Y ahí acelerás?
Y ahí acelero, es decir, en ningún momento bajé la marcha, fui un poquito más fuerte, calculo que a 40 o 50 km/h tal vez menos. Te digo, yo miré no fue que detalladamente, por eso te digo.
¿Y cuando pasás no lo pisás porque se corre caminando?
Así es, claro.
¿Iba despacio?
No sé, caminó, caminó, calculo que tiene tiempo de ir caminando si me ve a 20 m.
¿Qué sensación te dio, que se asustó?
No, que vio que venía algo y por eso se corrió. Que hasta el día de hoy lamento no haber tenido las agallas necesarias para parar y decir “¿Loco... qué hacés acá?”. Todo el mundo me dijo lo mismo, pero en ese momento yo lo único que quería era irme. Te digo más, fui a buscar a un compañero de trabajo, lo fui a buscar a la casa, para invitarlo a ver lo que hay en el barrio, bueno, cuando yo vuelvo no estaban más.
¿Cuánto habrás tardado?
Unos 20 minutos. Primero paso por lo de Poli, pego la vuelta, lo veo a Furlano, voy a buscar al pibe este que vive a tres cuadras y cuando vuelvo ya no estaban.
¿Ahí recorriste de nuevo, te animaste a pasar?
Claro, con alguien. Te digo, después quedé medio tocado (alterado).
¿Sí?
Si, porque...
¿Poli tampoco quería volver?
No, él se fue a vivir a la casa de la abuela, estuvo un par de días ahí porque fue algo muy duro para nosotros. Me dio impresión. Te digo más, cuando me pongo a hablar de esto, cuando me preguntan porque acá en Berisso nos conocen por eso “los que vimos las monjitas” y bueno, te digo más, días después el barrio se llenaba de gente, todo el mundo quería ver las monjitas porque salió en Nuevediario (noticiero de TV) y en todos los diarios en todos lados.
¿Se volvió a ver algo de esto?
Mirá, hubo gente que dice que los vio, no los conozco, no sé, yo te puedo asegurar que Poli, Furlano y yo los vimos. Yo pienso que Furlano que pasa caminando creo que él te dará el dato preciso de todo, o una de dos, o hizo la mía, los vio y salió (gesto de escapar) o no sé, por ahí...
¿Y Furlano pasó por la esquina?
Bueno, cuando él pasa, cuando él después... Cuando yo vuelvo del trabajo les cuento a mis viejos, mis viejos en esa época tenían un kiosco y cuento, eran los únicos que me podían creer realmente, los demás lo tomaban todo como verso. Entonces mi papá después lo para a Furlano cuando venía del trabajo y le dice: “El pibe mío me contó que algo raro vio esta mañana, ¿puede ser?”. A lo que le Furlano le respondió: “Sí, pero el pibe tuyo no, yo vi al auto de Poli”. Y mi padre le dice: “No, no, pero iba Leo, Leo iba en auto de Poli” y Furlano le dice: “Bueno, creéle que es verdad, yo pasé caminando te lo juro que no sé qué era, pero salí corriendo”. Muchos detalles no dio.
¿Y hoy qué pensás que pudo haber sido?
Seres extraterrestres que vienen acá, a la Tierra a estudiarnos como nosotros le interesamos a ellos, ellos nos interesan a nosotros, ¿no?
¿Y por qué motivo podían estar ahí en el barrio en ese lugar específico?
No sé, yo calculo, mirá... hay muchas... después que pasó esto, uno, después cuando ve algo de los extraterrestres viste, qué sé yo, lo leo, no es que me interesa profundamente pero por ahí si sale algo en el diario me llama la atención y lo leo. Yo calculo que por ahí, por la zona, en esa época estaba muy despoblado el barrio, lo que es... no sé si ustedes estuvieron en el barrio...
Sí, estuvimos hace un rato por ahí.
Bueno, de la calle que es 152 y 9, vieron que hay como un barrio todo nuevo, el hecho fue en 9 y 152 norte. En 9 y 152 toda esa zona era descampado antes.
¿Para el lado de La Plata?
Para el lado de La Plata, como cuatro cuadras descampadas.
Ajá, cambia la perspectiva...
Claro, yo calculo que si ellos han venido en algo o hayan descendido en algún lugar fue en esa zona o también en la zona del canal.
¿Había casas del otro lado?
Sí, sí, había casas, pero una de las opciones, de venir en algo que pueden haber bajado ahí.
¿Te acordás si se habían visto ovnis o luces extrañas por esas fechas?
No, no. Te digo más, no sé quién fue la persona, había venido una gente de Córdoba a vernos, que me llamó mucho la atención, el tipo este vino, quería hablar conmigo por este motivo así como vinieron ustedes y bueno le comenté lo mismo que les estoy comentando a ustedes y me mostró, abrió un manual y un libro así y tenía algo similar a lo que yo había visto, más clarificada la cosa como que era extraterrestre.
¿Era muy parecido a lo que habías visto?
Era muy parecido, es decir la parte de atrás ya te digo, era igual, la parte de adelante no, no porque ya te digo la parte del pecho le vi y me quedó.
¿Y los ojos cómo eran, el pelo?
No, no, no, no veo nada, de eso no veo nada, no se le ve, no aprecié nada.
Teníamos un artículo de la Revista Flash mediante el cuál los ubicamos. ¿Estuvo Luis Burgos con vos?
No me acuerdo.
Estuvimos con Adriana, del video club pero ella dice que no vio nada (el artículo de la Revista Flash la mencionaba como testigo directo de las entidades)
No, no vio. La esquina donde los veo no es la que se ve en la revista, la esquina es viniendo desde 8 antes de cruzar. Estaba parado cerca de la columna de alumbrado. Furlano cuando las ve, las ve sobre este lado (señala 9 hacia 152), te digo más, después dijeron que era algo de magia negra, había alguien que practicaba magia negra en esa casita alpina, pero no, no.
¿Y hoy cuando tenés que hablar de eso...?
Tengo las manos heladas.
Te veo un poco nervioso también...
No, no y no sé si me puedo tomar el café...
¿En serio?
No, no, te lo juro, te juro que me agarra pánico, no sé por qué. (Refiere esto mientras observábamos que le temblaban las manos)
¿Dónde vivís ahora, seguís viviendo ahí?
No, me casé en el año 1992 y vivo en Ensenada y en Ensenada cuando yo me iba caminando desde Ensenada hasta YPF una vez me pasó que salgo de mi casa, hago dos cuadras y sobre un paredón un chico de 8 o 9 años ¡cuatro y media de la mañana! “Hola” me dice... hola, le dije, y seguí caminando. No sé, a mí sólo me pasan esas cosas.
¿A esa hora?
Y no sé, qué sé yo, yo ya venía con un pánico y hoy mismo, te digo, agarro una madrugada solo y parezco una lechuza, doy vuelta la cabeza para todos lados.
¿Qué pensaste, que te podían hacer algo, que te podían lastimar... por qué el miedo?
No sé por qué el miedo. Miedo, no sé si es miedo, pero impresión más que nada.
¿No te gustaría encontrarte con esto de nuevo?
Sí, con otro flaco más al lado me animo a verlos, pero solo no, solo no. Por ahí yo que sé, cuando nos ponemos a hablar y me hacen contar, te pide la gente que le cuentes... pero hay mucha gente que no te cree, pero hay mucha gente que dice que le interesa. Me agarran escalofríos te digo... Tengo las manos frías, heladas...
¿No escuchaste ruidos?
No, nada más, no escuché nada. Después bueno, por ahí si tienen la suerte de que Furlano pueda contarles, creo que él va a ser más... él pasó caminando y ruido... porque después se dijo que se le escuchaba tipo villancico, que cantaban, pero no sé, viste...
¿Eran comentarios?
Se le agregan muchas cosas que realmente no sé, yo te digo lo que yo vi, lo que yo vi y lo puedo asegurar.
Lo tenés muy presente por lo que veo, además...
No, si, si, lo tengo muy presente, ya te digo, quedé impresionado.
¿Y cuando charlás con Poli, se ponen de acuerdo en lo que vieron, en los detalles, o vieron cosas diferentes?
Bueno, cuando con Poli, por ahí cuando hablamos... es decir, no recuerdo haber hablado directamente sobre esto...
Mirá vos...
En serio, pero por ahí quedó. Cuando ustedes lo llamaron por teléfono me dice: “Che, sabés que me llamaron el otro día por el tema de las monjitas, yo les voy a dar tú número”. Sí, no hay problema le dije si era para colaborar, si a alguien le sirve. Esto es mi historia, pero nunca, sabés... ahora me estoy dando cuenta de eso (refiriéndose al hecho de que nunca habló directamente sobre este tema con el amigo).
Notamos que la gente es algo reticente a hablar cuando se trata de que vieron seres o de cosas tan extrañas a este nivel...
Lo que pasa que por ahí, pienso yo, muy poca gente te cree, por ahí ustedes porque les interesa y porque se dedican a esto, pero te lo hacen contar en otro lado y te dicen que estabas borracho.
¿La gente tendrá miedo a aceptarlo o a asustarse?
No sé, tal vez es parte de eso. Y bueno, como ves, yo no puedo tomar el café, lo vuelco (le sigue temblando la mano con la que sostiene la taza y le cuesta llevarla a la boca sin derramar el líquido). Yo quedé sorprendido, con miedo, fue algo raro.
¿Te empezaste a interesar por estos temas? ¿Antes le dabas importancia a estos temas?
No, no, no le daba importancia.
¿Qué edad tenías en ese momento?
Y fue en el año 1990... y 21 o 22 años...
¿A partir de ahí sí?
Ya te digo, por ahí si veo recortes o en la TV sale algo, ahora que tenemos cable, por ahí hay canales que se dedican a esto o cosas raras... por ahí miro, me gusta escucharlo, verlo o leerlo... para saber si alguien más lo vio esto en algún lado o solamente a nosotros... Después que pasó todo esto, el tipo que vino de Córdoba nos comentó de que en Chile habían aparecido, a un trabajador de campo que iba en un tractor y se le cruzó algo similar a lo que vimos nosotros.
En España puede ser. ¿A qué hora fue entonces?
Calculamos que entre las cuatro y media y las cinco de la mañana.
¿Vos te habías encontrado de casualidad con Poli?
No, no, ya veníamos, habíamos salido ese día, yo me iba para el trabajo y el se iba para la casa.
¿Venían de bailar?
Si, de un boliche, de tomar algo, pero veníamos de La Plata.
¿Estaban borrachos?
No, no, no, dalo por hecho, te juro que no. Ahí hicimos el intercambio de moto por auto sobre la calle Génova, yo sigo derecho y él entra al barrio.
¿Te ibas directo al laburo?
Si, me encontró porque yo le dije que me iba hasta el Kiosco a comprar el diario. Cuando lo veo que viene, no me resultó extraño sino que pensaba que me iba a decir algo por los papeles de la moto, la llave...alguna...pero cuando me dijo que había algo en el barrio, unas cositas disfrazadas...yo sí que...como el es muy mentiroso, muy mentiroso...
¿No le creíste?
No, no, fui a ver.
¿Él cómo estaba?
Bueno él, mirá, estaba muy asustado, inclusive el no agarra 152 norte cuando va a la casa, agarra 153, es decir, 8, 153 y llega a 10 en la casa, no pasa por la esquina. Yo agarro 8, 152 norte y llego hasta 10.
El nos contó y nos hizo el planito y nos explicó que no quiso pasar tan cerca. Lo que no nos comentó es que te había encontrado a vos.
Yo había blanqueado todo.
¿Y él?
Si, si, algo de la novia que vivía por ahí. El había salido fuera de regla.
Aja, entendemos porque se perdía el relato un poco.
Si, teóricamente no nos teníamos que ver ese día.
Entonces, ¿se puede contar la versión original?
Si, la versión original podés. Salió conmigo de trampa.
(Nos explica el recorrido suyo en el plano dibujado por Poli y aclara que algunas de las calles cambiaron el sentido de circulación).
El las ve a la altura de 153 (por Poli), por la casa de la novia más o menos.
¿A Poli lo ves dos veces?
Sí, en Puente Roma y en la puerta de la casa después. Yo no le creía mucho a él pero fui a ver...fue algo viste...
¿Nunca más supiste si vieron algo así?
Después sí, hubo elucubraciones de que en otro lugar, en la Usina de Ensenada que está abandonada hoy por hoy. No supe quienes pero decían que las vieron. Inclusive se decía...hay una madre y una hija acá en Bersisso que son chiquititas, petisitas, aparte las ves y andan iguales...decían que habían sido ellas...pero no eran, más chiquitos eran, 1,10 m o 1,20, no más. No era muy ancho...como una criatura de 6 o 7 años (dice esto señalando un niño que estaba cerca de nuestra mesa).
Fin de la entrevista.
Continuando con la investigación:
A continuación y aprovechando que nos encontrábamos en las inmediaciones del lugar de los hechos, nos dirigimos hacia la vieja usina hidráulica, ubicada a unos trescientos metros al otro lado del Puente Roma, que cruza un riacho color petróleo que divide a las localidades de Berisso y Ensenada.
Esa zona está plagada de refinerías de petróleo pertenecientes a la empresa Repsol YPF, contando además con amplias instalaciones portuarias destinadas a la carga y descarga del crudo y derivados. Es un paisaje netamente industrial, salpicado de zonas parquizadas y sin viviendas particulares. Existen vías férreas, líneas de alta tensión y todo lo que un buen ufólogo buscaría y esperaría encontrar cerca del lugar de un encuentro. Es un paisaje un tanto desolador, con gigantescos tanques de combustible de al menos treinta metros de altura, chimeneas y torres de venteo, barcos entrando y saliendo del puerto y algunos edificios de oficina.
Justamente allí, en la ahora abandonada usina hidroeléctrica, con todo el aspecto de un castillo medieval, fue donde se habrían avistado unos extraños “gnomos” arrojándose y desapareciendo dentro de un pozo, por parte de testigos anónimos. La encuesta realizada a personal de vigilancia de Repsol YPF ubicados en una playa de estacionamiento contigua al predio de la usina, arrojó resultados negativos, ya que esta persona que hace años se desempeña allí, jamás había oído hablar del caso. En cambio, nos refirió que hace unos años, en las cercanías del lugar y yendo hacia la ciudad de La Plata, “algunos niños” habían asustado a la gente con calabazas iluminadas con velas durante la noche, lo que habría llevado a algunos a presumir la presencia “extraterrestre” en la zona. Nada más pudimos averiguar por el momento.
Así fue que ya siendo más de las 19,30 hs., emprendimos el regreso a Berisso a fin de entrevistarnos con el Sr. Luis Furlano.
Muy desconfiado, alegando que se debía a la ola de inseguridad que hay en todas partes, el testigo se negó a atendernos en el interior de su vivienda y además agregó que no le gustaba la idea de hablar de esto y de que otra vez se difunda su nombre ya que lo habían cargado mucho en su trabajo por aquél suceso.
De todas maneras accedió a contar los hechos y se prestó a un breve interrogatorio ya que su relato resultó por demás pobre, notándose en él las pocas ganas de volver sobre el tema de nuestro interés.
Transcripción de la entrevista:
Entrevista realizada a Luis Furlano por Mariela Verónica De Tomaso y Miguel Ángel Gómez Pombo el día 31 de mayo de 2002 en la puerta de su domicilio en Berisso.
Yo llegué a la fábrica con la cabeza a mil viste, porque nunca me había pasado.
¿A qué distancia los tuvo?
Y...más o menos de aquí hasta la reja aquella (señala una distancia de aproximadamente 15 m). Y eran...precisarte si eran 6 o 7 no me acuerdo bien porque ya te digo, menos mal que vino el micro 14 (por el 214) que justo ese día vino enseguida sino yo no sabía...me temblaban las piernas.
¡¿Eran 6?!
Sí, sí, no era una sola, 6 o 7 eran, varios, no me acuerdo pero eran una bandita. Uno de esos muchachos medio se trastornó (por Poli) porque venían de un cumpleaños o algo así y decían que les habían puesto alguna droga en el cumpleaños porque puede ser haber visto eso. No quería salir de la casa.
¿Decían que estaba drogado?
Que fue una alucinación le decían, pero yo no había tomado nada, te imaginás.
¿Usted dónde iba?
Iba a trabajar a Alpargatas (Fábrica de zapatillas). Me tomaba el 14 (214) hasta Plaza Italia (en La Plata) y después me tomaba el Río (por la Empresa de micros Río de la Plata). A las 4, 30 hs. de la mañana o 4,20 hs. por ahí, salí por esta a la calle Nápoles.
¿Está cuál es?
152 norte o Puerto.
¿Por dónde pasaba el 214?
Por la 8. Y fui caminando y ellos venían así.
¿De la derecha suya, digamos?
Sí. Ahora hubo otra cosa también en la calle Callao y Habana, que tienen como un parquecito y ellos estaban ahí.
¿Quién lo vio eso?
Falleció la señora, la señora De Simone. También hubo otro caso por donde vive mi hermano que desaparecieron por un aljibe muy viejo, 72 y 10, había un jardín muy grande y muy viejo también, te hablo, no de la fundación de La Plata pero quizás de antes también, había un aljibe, sacaba el balde de abajo y los vieron aparecer y desaparecer por el agujero ese.
¿Cómo era lo que vio usted?
Mirá era algo parecido, a veces la impresión que te da no podés definir algo.
¿Usted iba caminando y lo ve viniendo?
Exacto, del lado de allá (de 153).
¿Y cómo venían?
Venían todos alineados, viste.
¿Caminaban?
Caminaban, sí.
¿Cómo eran?
Y como si fuera un monje, viste con el...(hace un gesto como de capucha) pero no...sin un rostro definido porque era de noche y venían en la oscuridad.
¿Por la vereda?
No, no, por la calle. Yo iba por la calle también.
Y cuando los ve ¿ellos lo ven a usted?
Sí, no, no, la verdad a mi no me molestaron ni apuraron ellos el paso, yo sí apuré el paso.
¿Cómo eran las caras?
No, no, no se ve porque tenés atrás una oscuridad, tenés faroles pero no estaba justo en la boca-calle. Ves una cosa borrosa, ves la imagen, la vi perfecta.
¿Qué color era?
Bueno, oscuro era seguro, a esa hora de la mañana.
¿No le veía color?
Y a esa hora no ves si el pasto es verde o es negro.
¿Y cómo caminaban?
No sé si caminaban o se arrastraban, no vi pero vi que venían bien, venían avanzando, yo no puedo definir, ya te digo la parte de abajo era como si fueran un monje con sotana, no era como si fuera “pulgarcito” que tiene pantaloncito corto y ves las piernas. No veía nada, veía como una sotana de un monje.
¿Todos juntos uno al lado del otro?
Sí, sí.
¿Y venían por la vereda o por la calle?
No, no, por el medio de la calle. No sé que otra cosa...
¿Qué pensó en ese momento?
(Silencio y gesto de no saber).
¿Se asustó?
Me impresionó...porque de asustarme, si me hubiesen atacado...pero me impresionó por ser una cosa que nunca había visto, viste.
¿Escuchaba algún sonido?
Sí, era como si fuera una melodía, como si fuera el trasfondo de una película que por ahí te hacen como un corito, un coro medio apagado así.
¿Provenía de ellos, como un canto?
Sí, sí, porque música a esa hora de la mañana que puede haber, ¡4,30 hs!
¿No le pareció una radio?
No, no, nada de eso, era de ellos, era de ellos.
¿Era canto o música?
No te digo que era como una melodía, como un canto, un coro, sé que era algo así pero definírtelo bien viste, como no soy músico, no.
¿Nunca escuchó algo igual?
No, no.
¿Algo religioso?
No te digo, como un coro de ángeles, viste una cosa así medio apagado.
¿Cómo los pierde de vista?
Cuando apuré el paso y me fui, ahí los perdí de vista, ni miré para atrás.
¿Ruidos de pasos?
No. Te digo si estos muchachos estuvieron más cerca que yo pudieron haber visto más que yo (refiriéndose a Leo y Poli).
No, no estuvieron (más cerca).
Dicen que aparecieron también en el edificio de la hidráulica en el tiempo ese. ¿Qué año fue?
Año 1990.
No, no, antes.
¿1984 0 85 puede ser?
Si puede ser, ahí sí.
Tenemos dudas con el año porque nadie nos supo precisar y el recorte no lo tiene.
Pero yo en el 90 me iba a la fábrica con el auto, no con el 214.
¿No recuerda bien la fecha o la época del año?
No, bien no. ¿Y estos chicos no se acuerdan?
No tampoco se acuerdan pero por la edad de ellos era el 90.
Pienso que antes, era casi primavera.
¿Hacía frío?
No me acuerdo pero el pasto estaba muy verde, sería casi primavera o hasta noviembre (podía ser).
¿Qué altura tenían?
Y un enano cuanto puede medir, 70 u 80 cm. Puede ser así (hace el gesto).
¿Qué pensó en ese momento, porqué dice que le dio miedo? ¿Cuál fue la sensación, qué era eso?
Fue una cosa, una impresión, no, miedo no porque ya te digo a mí no me atacó. Podés sentir miedo si te ataca un perro.
¿Lo sorprendió?
Me sorprendió y me quedó...
¿Le pareció que ellos lo vieron?
No, yo te decía, ellos habrán dicho “este no me molesta”, yo tampoco los molesto, no sé, no podría definir lo que pensaban ellos de mí.
Pero a lo mejor por alguna reacción que tuvieron...
No, no, no hicieron nada, siguieron caminando, ellos venían hacia el cruce de la calle, yo seguí para allá...(señala para la calle 8).
¿No se dio vuelta para nada, a ver que hacían?
No, no, ¡que me voy a dar vuelta!...
¿Se veían brazos?
Mirá te diría que no, viste que los monjes tienen como una capa, algo así, esto tiene una cosa así (dando a entender la existencia de una capucha).
¿Se les veía la cara?
No, no te digo que no, es una oscuridad.
Si, claro pero uno puede ver como que tiene cara ¿no?
No, no, no vi nada de eso.
¿Detalles de la ropa?
¡No te estoy diciendo que era todo cubierto! (medio ofuscado), aparte la oscuridad...
¿Cuándo lo comentó? ¿A quién se lo comentó primero?
Se lo conté a uno y empezó con las cargadas (bromas) viste y después el muchacho que estudiaba eso (un compañero de trabajo) me dijo que era el Pombero (supuesta leyenda del norte argentino) eso y que había una persona que se encontraba con ellos en una época del año en un valle en el norte y que me dijo lo mismo que también Romaniuk.
¿Y su familia?
Lo tomaron porque no solo a mí me había pasado, fue el comentario de todo el barrio, a estos chicos también les había pasado, o sea que si soy yo solo me podían tomar de loco pero...a otra gente y otros casos te estoy diciendo.
¿Aparentemente ustedes vieron esa noche lo mismo?
Sí, ellos venían ese sábado del cumpleaños. Yo sábado iba a trabajar. Este muchacho no lo tomó a risa, después vino Romaniuk que me enseño una piedra que tiene, que no sé el origen o que finalidad tiene, como una cosa cónica con muchas caras, con luces, color azulado...
¿Entonces los seres venían avanzando?
Sí, venían avanzando.
¿Y usted ve el auto de Poli?
No, no, podía venir un tren que yo no lo veía.
¿Y cómo se enteraron que habían visto lo mismo?
Porque vino el comentario de ellos y yo dije no se rían que a mí también me pasó porque me vinieron a ver. El chico que estaba afectado, vinieron el padre y la madre a verme.
¿Los que vivían frente al video club?
Sí, vinieron a verme y les dije sí, yo también los vi. Porque ellos pensaban que se había pasado con la bebida o habían tomado alguna droga. No le digo, no tomaron nada, yo también lo vi.
¿Y qué piensa que podían estar haciendo ahí estos seres?
Y escucháme, lees tantas cosas, ves tantas cosas que a veces no sabés ni que pensar viste. Puede ser gente de otras civilizaciones, gente de otro planeta, no sé que pensar viste, porque tienen que ser personas que lo hayan estudiado y profundizado al tema.
¿Siguió pasando por ahí?
Sí, sí. Ahora a pie no porque ando con la camioneta.
¿Y en los días siguientes quedó con temor?
Mirá resquemor tenés pero si no te hicieron nada una vez, que te van a hacer otra vez.
¿Alguna vez leyó sobre OVNIs o le interesó el tema?
Mirá yo leí cosas superficiales.
¿Después o antes?
Después, casos donde se han parado aparatos ahí y han quemado el pasto.
¿Dibujó lo que vio?
No, lo dibujó Romaniuk y fue lo que vi yo.
¿Haría un dibujo?
No, no tengo mano para dibujar, dibujalo vos. (Mariela hace el dibujo en base a los comentarios e indicaciones del testigo, acto seguido le mostramos el dibujo de Leo respecto del cual dice que coincide bastante con lo visto por él). Pero le veo más forma como si tuvieran un cinturón...y los hombros, la parte de arriba más en punta y la túnica como ajustada a la cintura. (Insistimos para que dibuje pero no quiere). Bajaba más acampanada y notaba los hombros más o menos.


Dibujo realizado por Mariela en el lugar y en base a los
dichos del testigo y corregido varias veces
según sus indicaciones.


Tratamos de tomar mejor la imagen que le quedó a usted.
Sí, que pasó pasó.
¿Alguien vio ojos rojos?
No que yo sepa.
No coincide con nadie lo de los ojos rojos (eran versiones de la revista Flash) ¿Alguna vez volvió a ver algo raro?
No.
¿Antes?
Tampoco.
Bueno, gracias.
Fin de la entrevista.
Comentarios.
El problema de la fecha se debió a que el artículo de Flash citaba los días pero no el año y nosotros contábamos con el recorte solamente. Ayudó a poner claridad el recuerdo de Leo y Poli que coincidían como para datarlo en 1990, ya que sus edades eran 22 y 19 años respectivamente en el momento de los hechos y además ambos tenían vehículos lo que también nos indicaba que no podía estar en lo cierto lo que decía Furlano de que era antes ya que los chicos tenían 15 años. Para constatar mejor revisamos el almanaque de esos años y coincidían los días perfectamente con el año 1990 y para terminar de reconfirmar el dato recurrimos a un nuevo integrante del Proyecto Catent que cuenta con innumerables fuentes, se trata de Fabio Picasso quien ha llevado adelante un trabajo tremendo de recopilación de fuentes denominado MEGACAT y rápidamente salimos de cualquier duda ya que nos citó el siguiente titular: Los "Monjes veloces" que conmocionan a Berisso (*) 23/9/1990 Diario Popular (Buenos Aires).
Tenemos tres testigos de un mismo hecho, la misma madrugada, sus versiones y descripciones son similares, a continuación analizaremos algunos detalles que marcan diferencias que sin embargo no afectan la esencia de lo avistado.
Poli las describe como dos figuras de más o menos un metro, negras, que se desplazaban rápidamente de vereda a vereda, desde 153 a 152 norte.
Leo coincide en que eran dos figuras negras, de un metro pero nos habla de que caminaban tipo pingüinito y a una de ella le ve un extraño brillo en el pecho, curiosamente compara este brillo con el del petróleo siendo empleado de la empresa Repsol YPF. A diferencia de Poli y coincidiendo con lo dicho por Furlano, no le ve brazos. Siendo, sin embargo, notable la similitud de los dibujos de estos dos últimos.
Leo las ve en la esquina de 152 norte y 9 y Furlano las ve viniendo por 9 desde 153, unos 20 metros antes de llegar a 152 norte.
El brillo que Leo ve en el ser podría ser el reflejo de las mismas luces del auto, ya que le prendió todas las luces del Fiat 600.
Furlano aclara que la cabeza era más puntiaguda, como la hizo Leo.
El desplazamiento de las figuras es diferente para cada testigo, para Poli eran muy veloces y lo hacían de vereda a vereda aunque cuando las ve de más lejos en una segunda oportunidad dice que ya venían más lento, para Leo el que caminó era como un pingüino y para Furlano caminaban o se arrastraban, alineados aunque no estaba muy seguro de poder definirlo así.
La mayor diferencia en cuanto a lo que vieron es a nuestro entender la cantidad de seres, ya que Furlano ve 6 o 7 que venían uno al lado del otro por la calle y los otros testigos vieron 2 aunque en la charla con Poli nos aclaró que le resultaba difícil precisar la cantidad debido a la velocidad con que se movían.
La historia contada por Luis J. Mango (Poli) en la primera parte del informe es para tomar con cautela ya que su relato respecto a horarios y alguna circunstancia del avistamiento como quedó aclarado anteriormente están alteradas debido a situaciones de índole personal. De todas maneras merece plena confianza el relato en cuanto a las entidades observadas.
Respecto al horario tanto Furlano como Leo entraban a sus trabajos y recuerdan con mayor seguridad y precisión la hora del encuentro que sería entre las 4,15 y las 4,45 hs. Con una posible duración mínima de 15 minutos desconociéndose el momento en que desaparecieron, que se encuentra acotado por la última observación y el momento en que Leo regresa con su compañero de trabajo.
Furlano no recuerda haber visto el auto de Poli en esa madrugada, sin embargo los relatos de los chicos y los comentarios respecto a diálogos existentes entre sus padres y Furlano (la gente grande desconfiaba de los jóvenes) hacen pensar que si bien Furlano pudo no haber visto el auto en esa noche los padres de Poli o de Leo (quien si vio a Furlano en esa noche) habrían hablado con Furlano para corroborar los dichos de sus hijos.
Al parecer Luis Furlano confunde las fechas y hasta nos hablaba de una fiesta de 15 años a la que habrían asistido los chicos Mango y Olivera (los cuales no hicieron mención de la misma en las respectivas entrevistas) y se muestra muy reacio a hablar del tema con temor. Podemos notar que su memoria parece fallar tal vez debido a no querer recordar esos sucesos o tal vez debido al paso de los años.
Una pauta común que hemos observado en varios casos de avistamientos con multiplicidad de testigos, es que no suelen hablar entre ellos de lo vivido sino que por el contrario es común escucharlos decir que no saben bien lo que el otro ha visto y que nunca se sentaron a charlar de los hechos.
Notamos con preocupación el comportamiento de ciertos colegas que no dudan en mostrar dibujos de otros casos sugiriéndoles a los testigos que se trata de lo mismo que ellos vieron y diciéndoles además que seguramente es de procedencia extraterrestre cuando no hay certezas al respecto, no habiendo luces u objetos asociados al encuentro de los cuales poco o nada sabemos.
Un párrafo aparte le dedicamos a don Pedro Romaniuk quién en algún momento fue referente de la ufología argentina pero que en su visita al testigo Luis Furlano le mostró una piedra a la cual le atribuía poderes, este detalle quedó más grabado en el testigo que el hecho en sí y le provocó mayor confusión, además de quedar muy sugestionado. Este comportamiento lo único que hizo fue restarle seriedad al tema y ridiculizar la investigación ufológica. Quizás sea este uno de los motivos por los cuales este testigo no quiere conceder entrevistas a los investigadores.
La descripción de los seres, llamadas por la prensa y por los testigos “las monjitas” nos recuerdan los relatos de la Santa Compaña en Galicia, España. Ya que se trata a grandes rasgos de una procesión de almas en pena, vestidos con túnicas con capucha que vagan durante la noche.
Aquí citamos fragmentos del artículo de Paula Cristobo LA SANTA COMPAÑA ENTRE EL MITO, LA REALIDAD Y LA SUPERSTICIÓN
“...Han sido muchos los sociólogos que intentaron encuadrar esta tradición y darle unas características comunes pero hay tantas variantes que esta tarea se hace imposible, con lo que se llega a la conclusión de que cada aldea o pueblo tiene una santa compaña con identidad propia.
...Las versiones mas compartidas de porque las ánimas vienen a este mundo y andan por los caminos buscando a alguien son las siguientes:
Para reclamar el alma de alguien que morirá en breve tiempo después de esta aparición.
Para reprochar a los vivos faltas o errores cometidos.
Para pedir misas a los familiares vivos y que cumplan los votos que ellas prometieron en vida y no cumplieron.
Para comunicar la muerte de algún conocido al que presencia la procesión.
Para cumplir una pena infringida por alguna autoridad del mas allá a fallecidos en pecado para así restituir el mal hecho por ellas.”
...Muchos de los testigos que afirman haber visto la Santa compaña aseguran haberla visto precisamente en un cruce de caminos, espacios en donde según algunas creencias se llevaban a cabo ancestrales ritos mágicos o de curación se producían apariciones no deseadas, reunión de almas, brujas etc,.
...Así es como llaman a La Santa compaña en Asturias, también conocida como La Buena Gente”.
La Buena Gente también aparece en la mitología celta y es tomada en consideración por el investigador Jacques Vallée en sus diversos libros responsabilizando a estas entidades por los modernos encuentros con extraterrestres. Creando así una interesante teoría unificada de las apariciones.
Por nuestra parte seguimos en la investigación y sin respuestas.


Plano del sector de los avistamientos ocurridos en
el Barrio Supe – YPF.

LOS FENOMENOS ANTROPOMORFOS DE SANTA ISABEL - NOTA III

Autor:  Dr. Oscar A. Galíndez Fuente:  Revista "Ovnis, un desafío a la ciencia", N° 4, Ed. CADIU, Córdoba, Argentina, nov-dic 1974...